Más muertos en la elección

Este martes se confirmó que Baldomero Enríquez Santiago, candidato comunitario a la alcaldía de San Agustín Loxicha –en Oaxaca–, fue asesinado por un desconocido.

Según se dijo, el pistolero ingresó a la oficina gubernamental donde se encontraba Baldomero Enríquez, le disparó en varias ocasiones y provocó su muerte antes que ingresara al hospital regional de la localidad.

Además, el 1 de abril pasado, en Oaxaca se registraron –de manera aislada–, los asesinatos de Carlos Alberto Luis Martínez, líder transportista ligado al PRI; de un coordinador de Morena, Enrique Quiroz Quiroz; y del líder sindical Ezequiel Cruz.

Pero la violencia no se queda en Oaxaca.

Capacitadores del INE en Chihuahua denunciaron que al trasladarse a las diferentes comunidades, comandos armados suelen abordarlos, les piden identificarse, y cuando lo hacen, los dejan pasar a continuar sus labores.

Desafortunadamente, éstas no son las únicas víctimas del crimen organizado en  el proceso electoral de este año. En lo que va de la jornada electoral, al menos cinco candidatos han denunciado amenazas por parte de grupos delincuenciales:

Elías Moreno Brizuela, candidato independiente a gobernador de Veracruz, recibió  amenazas anónimas vía redes sociales y telefónica. Además, advirtió que los también aspirantes independientes a las diputaciones locales de Papantla y San Andrés Tuxtla fueron intimidados, y que una precandidata en Zongolica decidió renunciar luego de presiones.

Alejandro Joaquín, candidato por el PRD a la alcaldía de Santa Cruz Xoxocotlan, en Oaxaca, dijo que recibió amenazas de muerte y que le advirtieron que de ganar la elección, ese mismo día sería eliminado.

Jorge Alfredo Lozoya, aspirante por la vía independiente a la presidencia municipal de Parral, Chihuahua, denunció hostigamiento y amenazas de muerte por vía telefónica:

“Ya párale pendejo o te va a cargar la chingada”, le habrían dicho.

Y Alma Hilda Medina, precandidata a la alcaldía de Aguascalientes por el PAN, recibió una corona de flores con un listón blanco que decía: “Alma Hilda descansa en paz, ¡perra!”

Enrique Serrano, aspirante del PRI al gobierno de Chihuahua, decidió aceptar un cuerpo de seguridad luego de haber recibido mensajes de grupos delincuenciales que, dijo, ponían en riesgo su vida.