Martí Batres es Caín y Ricardo Monreal, Abel

 

En el Génesis de la Biblia se relata la historia de Caín y Abel, los hijos de Adán y Eva que pelean la atención de Dios.

Caín es el primogénito y además el primer hombre nacido fuera del paraíso. Abel es su hermano menor y el que más tarde se convertirá en el favorito del “creador”.

De este modo, Caín se dedica a la agricultura y Abel al pastoreo. Cierto día ambos hermanos deben presentar una ofrenda a Dios, el mayor entrega parte de sus cultivos y el menor la mejor oveja que tiene. Es así como el ser divino prefiere la ofrenda de Abel.

El primogénito enloquece y más tarde termina asesinado a su hermano. Para ocultar su culpa, Caín regresa a laborar en sus cultivos y cuando Dios le pregunta por Abel, el otro responde: “¿Acaso soy yo el custodio de mi hermano?”.

La deidad, al saber la verdad y darse cuenta de que pretenden engañarlo, condena a Caín a vagar por la tierra con una marca particular que lo identifica ante los humanos como un ser malvado.

Resulta curioso como esta historia bíblica se ha repetido a lo largo de los años, siempre con un dios diferente y con el papel de los hermanos representado por actores diferentes.
Por ejemplo, está el caso del dios Andrés Manuel López Obrador y como Caín está Martí Batres y Ricardo Monreal como Abel.

Y es que –dicen los que saben–, Martí Batres ha declarado una guerra silenciosa a su compañero de partido Ricardo Monreal, y dicen, la intención es opacarlo.

La batalla comenzó cuando el zacatecano intentó evitar que César Cravioto fuera reelecto como coordinador de Bancada de Morena en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México debido a la crisis que ocasionó cuando decidió que ningún diputado de su institución participara en las comisiones legislativas.

Este sería la segunda batalla ganada por Batres a Monreal, pues anteriormente no permitió que ningún candidato del jefe delegacional de la Cuauhtémoc llegara a la Asamblea Constituyente.

En la historia bíblica de Caín y Abel el hermano mayor arremete en contra del menor por celos cuando Dios no lo elige a él.

En la vida real hay que esperar a ver a quién elige el Dios Andrés Manuel… Mientras tanto lo que ya es un hecho es que Batres, por envidioso, celoso y demás, se lleva el papel de Abel, ¿o no?