Mario Delgado Carrillo, presidente de la Comisión de la Ciudad de México e integrante de la Comisión de Hacienda en el Senado, volvió a dar la nota.
Resulta que el senador de Morena arremetió en contra los funcionarios del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), por considerar que reciben prestaciones y salarios millonarios.
En este sentido, Carrillo urgió al Senado para la aprobación de la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, la cual impediría que los funcionarios pudieran “servirse con la cuchara grande”.
Todo indica que el senador –señalado hasta hace poco por el fraude de la Línea 12 del Metro– no tiene reparos para ver la paja en el ojo ajeno, ni tampoco la calidad moral para hacerlo…
Cabe recordar que Mario Delgado se desempeñó como secretario de Finanzas en el proyecto de construcción de la línea dorada y fue acusado de endeudar la Ciudad de México hasta 2026 debido a la mala gestión de recursos.
Además, el senador es uno de los pocos miembros de uno de los clubes más exclusivos y costosos que hay en la CDMX.
En La Otra Opinión creemos que Mario Delgado está en todo su derecho de hacer pública su postura sobre el sueldo de los funcionarios de Infonavit; sin embargo también consideramos que no es el adecuado para dar cátedras de honestidad y austeridad.
¿Por qué si el legislador está tan preocupado por los altos salarios de los directores de Infonavit no se preocupa también por los sueldos de sus colegas y el suyo propio?
¿Por qué no predica con el ejemplo y comienza a limpiar su casa antes de ir a criticar el mugrero de las ajenas?
