Hace exactamente un año, el señor Donald Trump se destapó como aspirante a la presidencia de Estados Unidos.
Hace un año –y un día–, Margarita Zavala difundió el video en que confirmó sus ambiciones presidenciales.
En junio de 2015, los medios calificaron la revelación de Trump como una ocurrencia. Incluso hubo quien dijo que se trató de una broma de mal gusto.
En la misma fecha, más de uno consideró que Margarita Zavala no tendría oportunidad de llegar a Los Pinos. Después de todo, existe un amplio sector que rechaza a su esposo –el expresidente Felipe Calderón–; y el destape de Margarita ocurrió a días de una severa derrota electoral en el PAN.
Hoy, Donald Trump es el virtual candidato republicano a la Casa Blanca. De hecho, según encuestas, Trump tiene oportunidades reales de ser el próximo presidente de los Estados Unidos.
De igual manera, hoy, la candidatura de Margarita Zavala parece cuestión de tiempo. En los hechos, la exprimera dama se adueñó de la postulación de los azules.
Dice el refranero que quien golpea primero pega dos veces.
En el caso de Trump, la máxima se cumplió. Su improbable candidatura se volvió realidad porque su campaña inició antes de tiempo y logró rebasar a los más de 15 precandidatos republicanos.
La suerte de Margarita podría ser similar. Después de todo, sus principales adversarios –Ricardo Anaya y Rafael Moreno Valle–, recién comienzan a despuntar en la opinión pública. Mientras que el destape de Margarita lleva un año circulando en el imaginario colectivo.
Por eso, así como Vicente Fox arrebató la candidatura azul con su prematuro destape en 1997 –tres años antes de la elección–, e igual que Donald Trump “madrugó” a la competencia; habrá que esperar para descubrir si Margarita Zavala tendrá la misma suerte que los otros dos políticos.
Por lo pronto, la ventaja de un año de “campaña” nadie se la quita.
