El que parece estar enojado es el jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera. Todo indica que el gobernante ya se cansó de la Ciudad de México sea blanco de todo tipo de ataques. De hecho, Mancera está dispuesto a acudir al propio presidente Enrique Peña Nieto, para decir que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) se convirtió en su cuchillito de palo.
De acuerdo con el jefe de Gobierno, una Procuraduría –cuyo nombre no quiere recordar–, se ha dedicado a atacar a la Ciudad de México por los números poco claros en la operación de los verificentros. Asimismo, la misma procuraduría –la Profepa– ha estado “fregando” al Gobierno de Mancera por la muerte del gorila Bantú, quien falleció en el Zoológico de Chapultepec cuando iba a ser trasladado a Guadalajara para preservar su especie. Según la Profepa, se dieron omisiones en el tratamiento –y en la necropsia– del primate.
Pero los ánimos al parecer van a subir de tono en los próximos días pues Miguel Ángel Mancera ya dijo que si los señores de la Profepa le quieren seguir “por el otro lado también vamos a seguirle subiendo el volumen”.
Eso sí, la Procuraduría no se quedó callada. El titular de la Profepa, Guillermo Haro, declaró que los comentarios de Mancera no eran los correctos.
Si bien la cosa ya se puso candente, Mancera ya sentenció que acudirá con el presidente Peña: “Se lo reitero, ojalá pronto pueda platicar con él porque eso no es correcto para la Ciudad de México”.
¿Quién tiene la razón? ¿Mancera sintió por fin presión? ¿La Profepa se ensañó de más con el gobierno capitalino?
