Mancera hoy como López con el Encino

En Agosto del año 2000, la recién creada Asamblea Legislativa del Distrito Federal autorizó la expropiación de un predio en Santa Fe conocido como el Encino.

En diciembre del mismo año, el dueño de los terrenos promovió un amparo para evitar la expropiación. Sin embargo, el proceso se resolvió hasta 2002 –cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación otorgó el amparo– y concluyó en 2004 cuando la Procuraduría General de la República ordenó el arresto del jefe de gobierno del Distrito Federal por no cumplir con el amparo otorgado por un juez y construir en el predio de El Encino.

Lo peculiar, sin embargo, es que el proceso de expropiación y construcción en ese terreno ocurrió durante la gestión de Rosario Robles –quien fue jefa de gobierno sustituta tras la salida de Cuauhtémoc Cárdenas–; no obstante, los resolutivos de la Corte y la PGR llegaron cuando Andrés Manuel López Obrador despachaba en el Ayuntamiento de la capital.

Es decir, que Andrés Manuel estuvo cerca de pisar la prisión por una falta que cometió su antecesora.

Sin embargo, hoy sabemos que el caso de El Encino ayudó a encumbrar a López Obrador y le dio el capital político que lo convirtió en un candidato presidencial competitivo en 2006 y en 2012.

El comentario viene a cuenta pues, en este momento, el jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera vive su propio Encino.

Resulta que durante la gestión de Andrés Manuel López Obrador –que concluyó el ahora senador Alejandro Encinas–, el gobierno de la ciudad adquirió una deuda de más de 23 millones de pesos con una constructora.

Desde entonces, la autoridad capitalina se ha negado a pagar. En consecuencia, un juez ordenó la detención del jefe de gobierno por negarse a saldar el pasivo.

Coincidentemente, así como López fue perseguido por un excesos de su antecesora, Mancera podría ser llamado al banquillo de los acusados por una deuda del gobierno de López y Encinas.

Pero los paralelismos no cesan ahí.

Igual que Obrador construyó su capital político sobre El Encino, Mancera parece hacer lo propio con la millonaria deuda que arrastra la administración capitalina.

Y es que, conocedor de las artes del Derecho, Miguel Ángel Mancera se amparó en contra de una eventual detención y recorre la misma ruta que Obrador. Es decir, intenta convertir en capital político el caso judicial en contra de su gobierno.

La pregunta es, ¿tendrá Mancera los mismos resultados que Andrés Manuel?