Los 7 pendientes del nuevo gobernador de Guerrero

Esta mañana, el priísta Héctor Astudillo tomó posesión como nuevo gobernador del estado de Guerrero.

¿Cuáles son los pendientes que Astudillo enfrentará en su administración?

Uno. Educación

Los diagnósticos coinciden. Además de ser uno de los estados más pobres de la república, Guerrero es también uno de los peores en el aspecto educativo. De acuerdo con el Índice de Desempeño Educativo Independiente, elaborado por Mexicanos Primero, Guerrero se ubica en la posición 30 de un ranking que evalúa seis aspectos: aprendizaje, eficacia, permanencia, profesionalización docente, supervisión docente y participación.

Aunado a esto, en Guerrero Astudillo tendrá que hallar una forma de aplicar la Reforma Educativa. Y es que, como se sabe, la mafia de la CETEG continúa rechazándola.

Dos y tres. Normalistas y CETEG

Desde la masacre de 43 normalistas en Cocula, la CETEG y los estudiantes de la normal de Ayotzinapa, así como otros grupos radicales, han asolado el territorio guerrerense con saqueos, cierre de caminos, secuestro de autobuses, quema de edificios públicos, entre otros delitos que el gobierno del blandengue Rogelio Ortega toleró y hasta solapó.

Hasta ahora, la CETEG y sus aliados han lucrado con la desaparición de los normalistas para echar abajo la reforma educativa que les quitaría prebendas. Éste es otro de los grandes pendientes que recibe la administración de Héctor Astudillo.

Y tema aparte es la normal de Ayotinzapa. Guillermo Sheridan ha dedicado varios textos a denunciar las irregularidades que se viven al interior de esta escuela; en particular, la “privatización buena” –en sus palabras– que se lleva a cabo. Exámenes de admisión ilegales llevados a cabo por la “élite” de la normal, adoctrinamiento marxista obligatorio y la intervención en las decisiones internas por parte de la Federación Estudiantil de Campesinos Socialistas de México –una organización que se presume clandestina– son sólo algunos de los problemas que enfrenta la Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa.

Cuatro. Pobreza

En Guerrero se ubican varios de los municipios más pobres del país; principalmente, en la llamada zona de la Montaña. Este problema, que no surgió hace uno ni dos años, sino que acompaña a la entidad, quizá, desde su fundación, es uno de los grandes pendientes de cualquier gobierno. Las administraciones pasadas, como ya se vio, no pudieron o quisieron resolverlo.

Según datos del CONEVAL, en 2014 40.8% de los guerrerenses se encontraba en situación de pobreza moderada y 24.5% vivía en pobreza extrema. En total, 65.3% de los habitantes de Guerrero vivía en algún tipo de pobreza. Los datos, sin duda, son alarmantes.

Cinco. Turismo

En el siglo XX, el puerto de Acapulco se colocó como el destino favorito de turistas nacionales y extranjeros. Sin embargo, la ola de violencia que se vive desde el gobierno del experredista Zeferino Torreblanca ocasionó que Acapulco dejara de ser visto como un lugar paradisiaco y se convirtiera en un cementerio clandestino. Algo parecido sucedió con todo Guerrero, que, a partir de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa en Iguala, se descubrió como una gran fosa ilegal.

Y la violencia no es el único problema del Turismo. Basta recordar cómo este año, con el pretexto de la masacre de los normalistas, la CETEG y sus aliados han “clausurado” el puerto a voluntad, han saqueado y han tomado carreteras sin que hubiese autoridad que los detuviera. A inicios de 2015, Laura Caballero, dirigente  de la Asociación de Comerciantes Establecidos en la Costera de Acapulco, advirtió que hasta ese momento las protestas habían dejado pérdidas económicas equivalentes a 100 millones de pesos cada día, en toda la entidad.

Seis y siete. Violencia y Narcotráfico

El Índice de Paz México 2015, elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz, colocó a Guerrero como el estado más violento de la federación, superando a Morelos, Sinaloa y Michoacán.

De acuerdo con el estudio, es en Guerrero donde la tasa de homicidios es la más alta. Y eso quizá pueda explicarse con otro dato: que es Guerrero, también, la entidad con el mayor índice de impunidad en todo el país. Esto es: que los crímenes que se cometen no se castigan. O si se quiere, que las instituciones de procuración de justicia en Guerrero no sirven, como lo evidenció el caso “Iguala”.

En Guerrero, la alarmante tasa de homicidios de 2014 y 2015 se ha mantenido en 100 por cada 100 mil habitantes. Para poner en contexto la cifra, hay que agregar que el promedio mundial es de 3 por cada 100 mil y, en México, de 13 sobre 100 mil.

Por otra parte, también será obligación de Astudillo vigilar que no se repitan los narcogobiernos municipales como el de Iguala y otros municipios en los que el gobierno federal ha intervenido.

Asimismo, el nuevo gobernador se encontrará un territorio en disputa por diversos cárteles del narcotráfico. Los Rojos y los Guerreros Unidos son los más sonados, pero, según datos de la SEIDO, en la entidad también operan  el Cártel del Pacífico, La Familia Michoacana, el Cártel de los Hermanos Beltrán Leyva, Los Caballeros Templarios y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Se sabe, finalmente, que Guerrero es el principal productor de amapola y goma de opio en el país.