Los mil y un intentos de Obama por cerrar Guantánamo

Parece que la cosa va en serio… ahora sí. Este martes, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, envió al Congreso un plan para cerrar definitivamente la prisión de Guantánamo en Cuba. Como sabe, esta cárcel se ha convertido en símbolo de abusos y atrocidades que, dijo Obama, “van en contra de los valores americanos”.

No sobra recordar que como candidato presidencial –en 2008–, Obama prometió cerrar la prisión en la que están recluidos supuestos terroristas; actualmente sólo quedan 91 presos.

Y a pesar de que durante su gobierno, Obama recibió acusaciones de ser un hipócrita por no hacer cerrar la Base Naval de la Bahía de Guantánamo, este martes la “falsa” y vieja promesa podría empezar a cumplirse.

Sin embargo, el tiempo es el peor enemigo de Obama. Antes que concluya el año, el primer presidente negro de los Estados Unidos abandonará la Casa Blanca. Por eso preguntamos, ¿le alcanzará el tiempo?

Para Obama es evidente que “durante muchos años ha sido claro que la prisión de Guantánamo no colabora con nuestra seguridad nacional sino que la socava”.

Además, el premier norteamericano añadió que Guantánamo es contraproducente en la lucha contra el terrorismo pues es usado por grupos radicales como propaganda para reclutar terroristas potenciales. En su momento, Obama advirtió que la permanencia de Guantánamo daña las relaciones con sus aliados y socios clave, además de que fomenta la violencia entre los extremistas.

Incluso el presidente cubano Raúl Castro expresó –antes de recuperar las relaciones con Estados Unidos– que aquel país debía regresar “el territorio tomado ilegalmente de Guantánamo”.

A propósito, recordemos algunas de las veces que Obama prometió –sin éxito– que cerraría esta cárcel de máxima seguridad:

  • En junio de 2007, el entonces aspirante a la Casa Blanca declaró que cerraría Guantánamo y que restauraría el “habeas corpus” (institución jurídica que persigue evitar los arrestos y detenciones arbitrarias asegurando los derechos de las víctimas).
  • En enero de 2009 –recién llegado a la Casa Blanca–, Obama firmó una orden ejecutiva para cerrar Guantánamo en un año, pero meses después firmó una prórroga y nada pasó.
  • En diciembre de 2009, Obama sugirió ante las autoridades federales la prisión de Thompson –en Illionois– como reemplazo de Guantánamo.
  • En mayo de 2010, el Comité de Servicios Armados de la Cámara rechazó un plan de administración para que los prisioneros de Guantánamo pudieran ser transferidos a prisiones estadounidenses.
  • En marzo de 2011, Obama firmó una orden para dar paso a un expediente de revisión de los prisioneros.
  • En octubre de 2012–antes de ser reelegido–, Barack Obama declaró que había prohibido “inequívocamente” el uso de la tortura y reafirmó la decisión de cerrar Guantánamo.
  • En mayo de 2013, una protesta frente a la Casa Blanca –que exigía el cierre de Guantánamo– obligó al presidente estadounidense a decir que Guantánamo costaba mucho. Dijo que designaría a un representante del Departamento de Estado y de Defensa para concretar el traslado de presos.
  • Obama apostó –en mayo de 2014– que el Congreso eliminaría las restricciones para la transferencia de los prisioneros.

Además, al estrechar los lazos diplomáticos con Cuba, Estados Unidos eliminó a la isla de los países considerados como patrocinadores del terrorismo. Por ello, habrá que estar atentos al viaje a Cuba que Obama realizará en marzo.

Sobre todo porque los que conocen del tema advierten que –bajo la ley actual– el proyecto nacería muerto pues “es ilegal transferir prisioneros de Guantánamo a territorio estadounidense”. Además, el congreso norteamericano –de mayoría republicana–, se ha opuesto a la transferencia de presos. ¿Podrá el presidente estadounidense seducir al Congreso para apuntar una estrellita más a su Premio Nobel?

De conseguir el cierre de Guantánamo, el espacio –al sudeste de Cuba– sería destinado a un museo o para las empresas que decidan instalarse cuando se levante el embargo a la isla caribeña.

No hay duda, de fracasar en este nuevo intento, Obama deja un gran pendiente a su sucesor, que estaría entre Hillary Clinton, Bernie Sanders, Donald Trump, Marco Rubio o Ted Cruz.

Además de que Obama tiene pendiente reiterar el cierre de campos de detención –supuestamente ya desmantelados– en regiones de Irak y Afganistán.

¿Finalmente cerrará este capítulo de la historia estadounidense y cubana? ¿o será que tendremos que esperar otros 10, 20 o más años?