Los haitianos y africanos viven en México en condiciones deplorables

 

Ciudadanos africanos siguen llegando a la estación migratoria Siglo XXI en Tapachula, Chiapas, y debido a las condiciones en las que arriban a nuestro país, un grupo de mujeres  africanas se organizó para preparar raciones de arroz y frijoles y ofrecerlas a sus connacionales.

Lina, quien es la encargada de preparar los alimentos, comentó que “no traen dinero, traen hambre, sed y nosotros los tenemos que ayudar, porque desde aquí (México) se comunican con sus familiares y éstos, a su vez, les envían dinero para continuar su camino a EU”.

La mujer refirió que la llegada a México es muy difícil porque el trayecto que recorren es de casi 15 mil kilómetros.

En tanto, la Secretaría de Salud de Chiapas comunicó que se atiende a la población a través de módulos de información y atención a la salud y se les brinda suero oral, condones y medicamento, así como un carnet que los acredita como inmigrantes para que puedan ser atendidos en cualquier centro de Salud del país en su camino a la frontera.

El Instituto Nacional de Migración les informó que tienen derecho a solicitar refugio o asilo en México; sin embargo, ninguno de ellos lo ha solicitado porque su objetivo es llegar a Estados Unidos.

Por otra parte, los ciudadanos haitianos y africanos que se encuentran en la frontera norte de México, en Tijuana y Mexicali, también se enfrentan a una situación alarmante debido al hacinamiento, la falta de alimentos, la insalubridad, la escasez de agua, jabón, papel higiénico y albergues.

La comunidad de migrantes se encuentra en espera de que les otorguen una cita con las autoridades estadounidenses para solicitar una visa humanitaria.

Lovita Pérez, mujer proveniente de Haití, comentó que salió de Brasil con sus tres hijos y fue asaltada, pasó siete días caminando entre Colombia y Panamá. Esperará en el refugio hasta su cita el 27 de octubre.

Al respecto, el director de la Casa Scalabrini del Migrante, Patrick Murphy, dijo que a diario llegan 150 personas, lo que complica la situación del lugar porque es un espacio que usualmente recibe a deportados mexicanos.

En cifras, el problema se traduce en mil 365 mujeres (61 de ellas embarazadas), dos mil 729 hombres y 421 menores de edad. Todos son atendidos en el Instituto Nacional de Migración.

Por estas razones, urge que las autoridades mexicanas y norteamericanas resuelvan el problema, que día con día parece hacerse más difícil, y es que tanto en Chiapas como en Baja California, los extranjeros viven en condiciones insalubres.

Es necesario que los gobiernos lleguen a acuerdos políticos que permitan la movilidad de africanos y haitianos.