Todo indica que Los Chuchos se niegan a soltar el PRD.
En entrevista con El Universal, Jesús Ortega –el chucho mayor, según dicen– dio algunas respuestas que podrían interpretarse como mensajes al nuevo dirigente del Sol Azteca.
Al ser cuestionado si Agustín Basave tendrá “libre albedrío” sobre las corrientes y para nombrar al nuevo Comité Ejecutivo, Jesús Ortega dijo que, aunque Basave es el presidente, en el partido no hay “presidente omnímodo con poderes absolutos” y que Basave deberá gobernar con el partido y el Consejo Nacional –sobre el que seguramente Nueva Izquierda tendrá la mayoría una vez que se renueve–.
Como hemos dicho en varios de nuestros espacios, al PRD le hace falta algo más que una cirugía plástica o un cambio de cara. “Lo que requiere es un cambio de fondo”, escribimos en La Silla Rota. Ese cambio de fondo sería una amputación.
“Y si el nuevo jefe nacional del PRD se decide por esa amputación los cortes tendrán que ser –necesariamente–, en la tribu de “Los Chuchos”, dijimos también ahí. Es decir, que para llegar al cambio que requiere el PRD, Basave tendría que sacudirse la influencia de Los Chuchos de forma parecida a lo que ocurrió en el PAN con Ricardo Anaya y Gustavo Madero.
Sin embargo, con el paso de los días ha quedado claro que Los Chuchos ni piensan retirarse de las decisiones ni van a ceder sus espacios por la buena.
La primera señal de esto fue el nombramiento de la fiel Beatriz Mojica como secretaria general del PRD. Con ella en el cargo, Los Chuchos se quedaron la segunda posición en el partido y podrán mantener cierto control sobre Basave. O, al menos, tenerlo vigilado.
Días después de la grosera elección con que Basave fue designado –el verbo no es casual– nuevo presidente del PRD, otro chucho apareció en los medios en lo que podía leerse como un intento por “dar línea”.
Aunque Basave había anunciado que buscaría a la Morena de López Obrador para conformar una alianza electoral de izquierdas, Jesús Zambrano, expresidente del Sol Azteca y actual coordinador de los amarillos en San Lázaro, declaró que ve muy difícil la presencia de López Obrador en una frente opositor rumbo a 2018. “Si López Obrador quiere ir o no, será un asunto de él. Habrá un frente opositor con o sin Morena. Hoy, de ninguna manera veo que López Obrador vaya a ser candidato de este amplio polo. Peleándose con todo mundo, calificando a todos los que no coinciden con él como parte de la ‘mafia del poder’, ¿qué unidad va a generar a su alrededor?”, comentó Zambrano a Adela Micha.
Todas estas señales –viniendo de quien vienen– no parecen ser declaraciones al aire ni posturas personales. Todas las envían Los Chuchos –otrora dueños del partido– y todas tienen que ver con la nueva posición de Agustín Basave, su poder y las decisiones que le corresponden.
¿Será que Los Chuchos quieren usar a Basave como su títere?, ¿éste lo permitirá?, ¿acaso son “patadas de ahogado” ante una separación inevitable pero necesaria?
