Los 43: ¿no que no? ¡se derrumba la mentira histórica!

Aquí dijimos que el grupo de dizque expertos de la CIDH faltaba a la verdad. Dijimos que engañaban a la sociedad mexicana. Dijimos que el dizque informe sobre los normalistas desaparecidos no tenía nada de científico y dijimos que los supuestos especialistas no eran más que pillos que solo venían por un puñado de dólares.

Dijimos que una revisión puntual del dizque informe permitía concluir que en realidad no informaba nada; que era un documento “engañabobos” y que se había realizado con un claro fin político. Dijimos que desde la directiva de la CIDH el mexicano Emilio Álvarez Icaza vengaba afrentas políticas y que había regalado un informe a modo –elaborado por dizque expertos–, a los enemigos del gobierno de Peña Nieto.

Y dijimos que un informe serio demostraría, tarde o temprano, que los “expertos” de la CIDH no eran ni expertos ni independientes y mucho menos confiables.

Desde entonces –y luego de demostrar que el PRD, Morena y AMLO sabían que en Iguala se disputada el “negocio” del narcotráfico y siempre guardaron silencio–, los perdedores de siempre lanzaron la más feroz campaña de desprestigio, insultos e infamias contra del autor de este espacio.

Pero como no pueden engañar a todos todo el tiempo, ayer una de las instancias más reconocidas del mundo realizó un verdadero informe científico y más pronto de lo esperado confirmó que el dizque informe de los dizque expertos de la CIDH era un documento engañabobos.

Resulta que la Universidad de Innsbruck, Austria, reveló que luego de analizar los restos carbonizados recuperados por la PGR en el basurero de Cocula, confirmó la identidad de otro de los normalistas desaparecidos. El segundo identificado entre las cenizas encontradas en el basurero de Cocula, en donde los farsantes de la CIDH dijeron que no se pudo incinerar a los normalistas.

Se trata de Jhosivani Guerrero de la Cruz, el segundo de los 43 que se encontraba desaparecido. En su momento la misma universidad identificó a Alexander Mora Venancio, cuyos restos carbonizados también fueron arrojados al Río San Juan por los matarifes de la banda de los Guerreros Unidos, luego que los cuerpos de los normalistas fueron asesinados e incinerados en el basurero de Cocula.

Es decir, que asistimos a la segunda confirmación científica, avalada por verdaderos expertos –de la Universidad de Innsbruck–, de que en el basurero de Cocula sí fueron incinerados los normalistas; confirmación de que la verdad histórica de la PGR es correcta y confirmación de que el grupo de dizque expertos de la CIDH no sólo actuaron de mala fe sino que mintieron y engañaron a los mexicanos. Y también se confirma que, por todo eso, los dizque expertos deben ser expulsados del país.

Pero luego del ridículo que hicieron los “expertos” de la CIDH; luego de la vergüenza de los perdedores de siempre –sembradores de odio que apuestan por la destrucción de las instituciones–, las preguntas obligan.

¿Con qué cara los dizque expertos de la CIDH van a seguir en México? ¿No es tiempo de echarlos y exhibir y denunciar ante el mundo que se han prestado para desestabilizar a las instituciones mexicanas?

¿Qué tiene que decir Emilio Álvarez Icaza? ¿La CIDH no va a decir nada sobre el vergonzoso y alevoso proceder de sus “expertos”? ¿Quién va a pagar el descrédito al que sometieron “los expertos” al Estado mexicano, a sus instituciones y al gobierno mexicano?

¿Qué van a decir los “perdedores de siempre” sobre la mentira histórica con la que engañaron a millones de mexicanos?

Al tiempo.

Tomado de El Universal.