Los 43; ¿los mataron por narcos?

El 7 de octubre de 2014 –10 días después del crimen de Iguala–, en el Itinerario Político deslizamos la hipótesis de que algunos líderes de los normalistas estarían vinculados con bandas del narcotráfico. Por eso habrían masacrado a los estudiantes.

La hipótesis provocó que nos lincharan. Hoy, gracias al “Informe” de “expertos” de la CIDH, la versión podría ser probada por la autoridad federal; entre los normalistas había narcos. Va el texto casi integro del Itinerario Político del 7 de octubre de 2014.

“Sin embargo, si apelamos al modus operandi de los hechos ocurridos en Iguala hace diez días, podemos suponer que, en efecto, en la persecución y masacre de los normalistas participó un grupo de sicarios del crimen organizado.

“Y es que los estudiantes que habían secuestrado camiones para regresar de Iguala a Chilpancingo, no fueron victimas de una reprimenda policial, tampoco de un escarmiento ejemplar. No, desde el momento que secuestraron camiones se desató una persecución con la clara intención de matarlos.

“Pero no se quedó en un susto, reprimenda policial o escarmiento ejemplar. No, luego de la persecución y la primera balacera contra estudiantes, un supuesto jefe criminal –presunto pariente del alcalde y del titular de Seguridad Pública–, ordenó el secuestro y posterior masacre de los normalistas.

“Hoy se sabe que desde la primera persecución y balacera, uno de los normalistas no sólo fue alcanzado por las balas, sino desollado y hasta le sacaron los ojos. También se sabe que algunos de los 28 cuerpos localizados en las fosas clandestinas fueron desmembrados, desollados y les sacaron los ojos; además de que les prendieron fuego en la fosa y los sepultaron.

“¿Qué significa que persigan a normalistas, que los maten, que sus cuerpos sean desollados y les saquen los ojos? Ese modo de barbarie es propio de un grupo criminal que sabe que un cuerpo martirizado de esa manera se convierte en un mensaje para sus enemigos. Es mucho más que una venganza.

“Y aquí es donde aparecen los paralelismos. ¿Qué ocurrió cuando desaparecieron los jóvenes del Bar Heaven? Sí, los secuestraron, torturaron y asesinaron, para luego sepultarlos en una fosa clandestina. ¿Y cuál fue el mensaje del crimen? Si hacemos memoria, recordaremos que fue una venganza contra un grupo rival, por una disputa de territorio y por el asesinato de un narcomenudista.

“En el caso de Iguala, en Guerrero, parece claro que si el móvil del crimen hubiese sido político, no habría sido necesario matar a medio centenar de personas; tampoco martirizarlas como lo hicieron los matarifes especializados en causar dolor y miedo. Un mensaje político no requiere de terror y menos de barbarie. También parece claro que si se trató de un intento por calentar la plaza –sea en contra del gobierno estatal, del municipal o de alguno de los grupos clandestinos que cohabitan en Guerrero–, el resultado fue distinto; más que calentar la plaza la incendiaron.

“Pero aparece una duda clave a la que pocos han puesto atención. ¿Qué hacían en Iguala un centenar de estudiantes de la normal de Ayotzinapa, si su centro de influencia y activismo está en la capital, Chilpancingo? ¿Por qué secuestrar autobuses en Iguala, si los pudieron secuestrar en la capital del estado; en la autopista, en otros municipios?

“Una pista que podría ser la punta de la madeja es que líderes de los normalistas podrían estar involucrados con grupos criminales adversarios a los “Guerreros Unidos”. Y el móvil del crimen colectivo podría ser un ajuste de cuentas entre bandas del narcotrafico. Y los jóvenes serían el mensaje. Al tiempo”. ¿No que no?

Tomado de El Universal