A propósito de la veda electoral –diseñada, supuestamente, para reflexionar el voto–, viene a cuenta mencionar a los 15 protagonistas de la elección del cinco de junio.
- Guerra sucia. Ilegal e irrelevante en tribunales pero demandada –y hasta exigida– por los votantes.
- Abstención. La única que no hace campaña pero que seguramente ganará en las urnas.
- Transparencia. Todos los partidos la exigen pero ninguno la practica.
- Alianzas. Llamarada de petate. Fracasaron en el gobierno y seguramente fracasarán en las urnas.
- Independientes. Fallaron en todos los estados. Si fueran partidos políticos, casi todos perderían el registro.
- OPLEs. Les quedó grande el saco. Muchos resultaron más tramposos y abusivos que los mismos partidos.
- Ley electoral. A ratos rebasada, a ratos inoperante; a ratos secuestrada por el árbitro electoral.
- Encuestas. Todos las cuestionan, todos las ponen en duda… pero todos las usan.
- Crimen organizado. El gran elector. Sin acudir a las urnas, los delincuentes orientan la elección con amenazas, acoso, violencia y homicidios.
- Elecciones zapato. En Sinaloa e Hidalgo no existe la oposición. PAN y PRD dejaron el camino libre al PRI.
- Elecciones en tribunales. Con elecciones cerradas y desaseadas, todo indica que Veracruz, Tamaulipas, Aguascalientes, Puebla y Tlaxcala podrían definirse en tribunales.
- Morena. El fenómeno de la elección. Sus pactos con Dios y con el diablo la convertirán en la gran ganadora de la elección.
- PRD. El derrotado. Sin cuadros, sin presencia y sin triunfos. Incluso podría desaparecer en algunos estados.
- PRI. Una elección de contrastes. Desde la victoria absoluta hasta las que podrían ser derrotas dolorosas.
- PAN. Pragmático. Igual de sucio que el PRI. De viejo hace todo lo que cuestionó de joven.