Dice Alejandro Murat –candidato del PRI al gobierno de Oaxaca–, que si gana la elección, su padre –el exgobernador José Murat–, no pondrá un pie en el estado.
Por eso, en La Otra Opinión sugerimos 50 formas de mantener a José Murat fuera de Oaxaca:
- Con un gran muro, como el que quiere construir Donald Trump
- Con afiliados de la CNTE bloqueando todos los accesos al estado.
- Boletinándolo en la Interpol.
- Enviándolo a Siberia.
- Poniendo un letrero de “se prohíbe el paso a José Murat”.
- Consiguiéndole otra novia para que se case… otra vez.
- Mandándolo a Berlín a correr un maratón con Roberto Madrazo.
- Dándole vueltas y vueltas en un jet privado… de sus amigos.
- Enseñándole a usar WhatsApp, Facebook, Twitter, Skype… para que sea uno más de los zombies de las redes sociales.
- Consiguiéndole una plaza de maestro en alguna universidad de Estados Unidos.
- Que se vaya de gira artística con algún grupo de moda.
- Mandándolo a vender chocolate oaxaqueño en La Patagonia.
- Enviándolo a preparar enchiladas de mole oaxaqueño en Suiza.
- Convirtiéndolo en responsable de una exposición de piezas de barro en China.
- Pagándole “un viaje” con los hongos de María Sabina.
- Consiguiéndole un puesto de consolación como… ¡administrador del museo Rufino Tamayo, en la Ciudad de México!
- Haciéndolo operador del PRI en otro estado.
- Pidiéndole a su cuate, el presidente, que lo haga embajador.
- Entregándole un asiento en alguna secretaría de Estado del gobierno federal.
- Nombrándolo representante honorario de Oaxaca en el Congreso Constituyente de la Ciudad de México.
- Buscándole una plaza de asesor de algún diputado o senador.
- Convertirlo en youtuber y mandarlo de gira por el mundo.
- Encomendándole que construya otra mansión en otro estado pobre.
- Mandándolo a estudiar la maestría a España.
- Obligándolo a leer el Quijote de la Mancha… en todos los idiomas.
- Enviándolo a esquiar con su familia a Utah.
- Construyéndole un Huatulco –o un Puerto Escondido– en Acapulco.
- Pagándole un retiro espiritual para que se vaya con Eviel Pérez Magaña y Ulises Ruiz.
- Convirtiéndolo en el primer alebrije humano.
- Volviéndolo microempresario en Nueva York… ¡vendiendo tamales oaxaqueños en la quinta avenida!
- Poniéndolo al frente del comité de búsqueda de Jenny Chen, turista estadounidense desaparecida en Oaxaca.
- Trepándolo a “La Bestia”.
- Nombrándolo cuentacuentos en Timbuktu.
- Encomendándole que se gane el corazón de la Reina Isabel II.
- Financiándole un crucero por el Mediterráneo.
- Transformandolo en traficante de chapulines oaxqueños.
- Enviándolo por el mundo para que encuentre la receta secreta de la tlayuda perfecta.
- Nombrándolo fiscal del Caso Iguala y decirle que no regrese hasta que encuentre a los normalistas.
- Dejándolo chiflando en la loma.
- Comisionándolo a construir el corredor transístimico para conectar el Pacífico con el Atlántico… con cucharas de plástico.
- Exhibiendo sus trapitos y mandándolo a prisión.
- Metiéndolo en un cuarto redondo y pidiéndole que se siente en la esquina.
- Nombrándolo embajador de la cultura muxe en alguna isla del Caribe.
- Encerrándolo en la casa de Big Brother… y votando para que se quede ahí seis años.
- Abandonándolo en el Metro Pantitlán en hora pico.
- Encomendándole que busque la honestidad de López Obrador.
- Consiguiéndole una Sherezada que le cuente cuentos durante seis años.
- Pidiéndole que escriba sus memorias… ¡a mano..!
- Diciéndole que regrese a Oaxaca cuando se estrenen todas las películas –y los spin offs– de Star Wars.
- Obligándolo a ver todos los spots pautados por el INE durante el proceso electoral.
