A diez meses de que Donald Trump, aspirante republicano a la presidencia de Estados Unidos, lanzó ataques en contra de los mexicanos; las autoridades de México por fin respondieron con hechos y no sólo con palabras.
Desde hace un mes, según dijeron, las autoridades mexicanas implementan una estrategia para revertir la mala imagen que ha difundido Donald Trump en lo que va del proceso electoral estadounidense.
Claudia Ruiz Massieu, secretaria de Relaciones exteriores, –en una gira de trabajo por Alemania–, explicó que con esta estrategia buscan contener las críticas de Trump en un contexto de ignorancia por parte de la sociedad norteamericana.
Según Ruiz Massieu, esta estrategia entraña no solo nombramientos de personas con atributos específicos en cargos clave del servicio exterior; también incluye el planteamiento de objetivos en el corto, mediano y largo plazo.
Cabe señalar que esta maniobra se da al tiempo en que Miguel Basáñez, embajador de México en Estados Unidos, fue reemplazado por Carlos Manuel Sada Solana; y José Paulo Carreño King sustituyó a Carlos Pérez Verdía como subsecretario para América del Norte.
Dirán algunos que en la estrategia para mostrar la importancia de los mexicanos en el país vecino, se debería reproducir la polémica cinta de 2004, “Un Día Sin Mexicanos”, que retrata la importancia de los connacionales en California.
Con esta estrategia –que no ha sido explicada del todo–, el gobierno mexicano iría más allá de un “juego político”. ¿Será?
