A propósito del fin de año, Garganta Profunda recuerda que en este 2015 le filtraron que, en buena medida, la oposición a la reforma educativa se planeó, se implementó y se financió desde alguna oficina del gobierno federal. Le comentaron que una subsecretaría de estado —no dirá cuál—, se habría reunido y pactado con el magisterio disidente. Sin embargo, como en toda organización, un subsecretario no se manda solo. Dicen los que saben que a ese subsecretario le tiraban línea de más arriba. Lo peculiar, comenta Garganta, es que luego del relevo en la SEP —con la salida de Emilio Chuayffet y la llegada de Aurelio Nuño—, no sólo se terminó “la línea” sino también acabaron los encuentros entre el gobierno federal y el magisterio disidente. Probablemente fue sólo una coincidencia. No obstante, recuerda Garganta, que en política eso no existe. O como dicen algunos, todo pasa por algo.
El “tótem” de Aurelio Nuño
Todo político que se respete elige un “tótem”. Es decir, un referente, una figura a seguir… una especie de héroe dentro del mundo de la política. Dicen que el “tótem” de Enrique Peña es su paisano, el ex presidente Adolfo López Mateos. Dicen que el de Andrés Manuel López Obrador es Benito Juárez. Pero lo que nadie dice es quién es el ejemplo a seguir del secretario de Educación Aurelio Nuño. Algunos aseguran que sería el ex candidato presidencial —y responsable del programa de libros de texto gratuito—, José Vasconcelos. Y es que, hace semanas, el propio Nuño publicó un texto donde comparó su labor en la SEP con la que desempeñó aquel político. Otros dicen que Nuño se vería reflejado en Francisco I Madero. ¿Por qué? Porque el 26 de noviembre pasado, el secretario de Educación firmó el llamado “Plan de San Luis”. ¿Y quién más firmó un Plan de San Luis? En efecto, Francisco I Madero. Con ese plan, Madero llamó a levantarse en armas en contra del gobierno de Porfirio Díaz. No obstante, también se dice que nuño se vería en los zapatos de Ernesto Zedillo. Después de todo, Zedillo es el ejemplo más reciente de un político que brincó de la secretaría de educación pública a la presidencia de la república. ¿Quién será su tótem?
¿Dónde está Emilio Chuayffet?
Garganta Profunda se acuerda que el día que Aurelio Nuño fue investido como secretario de Educación Pública, su antecesor no se vio por ningún lado. En el acto de relevos en el gabinete presidencial, brillaron por su ausencia los secretarios que iban de salida. Uno de ellos, evidentemente, fue Emilio Chuayffet. Quien en ese momento se convirtió en ex secretario de Educación Pública. Desde ese momento, nada se ha sabido del mexiquense. Algunos dicen que Emilio Chuayffet estaría delicado de salud. Otros niegan conocer su paradero. Lo único seguro es que desde finales de agosto, Emilio Chuayffet no ha vuelto a aparecer en medios. Por eso la pregunta, ¿dónde está Emilio Chuayffet?
¿Sigue viva la cnte?
En fechas recientes, muchos dijeron que la CNTE estaba herida de muerte. Con la reestructuración del instituto de educación pública en Oaxaca, la centralización de la nómina magisterial y la aplicación del examen para ingresar al servicio nacional docente, muchos vieron a la CNTE mas muerta que viva. Sin embargo, Garganta Profunda sabe que a la CNTE todavía se le mueve la patita. Por un lado, siguen existiendo actos vandálicos y de sabotaje contra la reforma educativa. Y por el otro lado, los maestros que sí se evalúan, los que sí participan en la implementación de la reforma, son hostigados, perseguidos y amenazados por las rémoras del magisterio disidente. ¿Qué dice al respecto el secretario Nuño? Garganta no lo sabe.
¿Y la educación?
Luego de este recuento de grillas y pleitos, de cambios y enroques, de éxitos y de fracasos… Garganta Profunda reflexiona, ¿y la educación? ¿de qué sirve a millones de niños que una subsecretaría de estado negocie con el magisterio disidente? ¿de qué sirven los relevos en la secretaría de Educación Pública? ¿de qué sirven las presiones de la CNTE? ¿acaso sirven de algo? ¿eso le dará a México mejores maestros y, con los años, mejores profesionistas?
