¿La Jornada votará por el PRI en Puebla?

En este espacio hemos repetido hasta el cansancio que en la elección de Puebla todo está arreglado.

El panista Tony Gali tiene la mesa puesta para convertirse en el próximo gobernador del estado.

Y en un tono similar, también hemos dicho que Blanca Alcalá –la candidata del PRI–, fue abandonada por su partido y está condenada a la derrota.

Sin embargo, lo que no habíamos dicho es que podría haber otro contendiente en el proceso de Puebla.

Resulta que, mientras el gobernador poblano Rafael Moreno Valle –expriista y cercano a Elba Esther Gordillo–, promueve a su delfín –el señor Tony Gali–, al aspirante panista lo acusan de tener un emporio de antros en Puebla.

Este miércoles, el periódico La Jornada publicó que el gobernador Moreno Valle “impulsa a un antrero millonario para gobernar Puebla”.

El periódico –de marcada tradición antipriista– sostiene que Gali construyó un emporio de centros nocturnos y restaurantes –en Puebla capital y en Cholula– gracias a un pequeño ejército de prestanombres, entre los que estarían incluidos sus hijos y algunos militantes perredistas.

Además, La Jornada recordó que cuando estalló el escándalo de las filtraciones conocidas como Panama Papers, José Eduardo Gali –hijo de Tony Gali–, apareció entre los señalados por –presuntamente– tener empresas en aquel paraíso fiscal.

La Jornada –en un peculiar giro que podría beneficiar al PRI– sugiere que Moreno Valle “empujó a su amigo Gali Fayad por la senda del éxito económico, derivado de su paso como funcionario público en la Secretaría de Infraestructura y Obras del Estado de Puebla, y después como alcalde de la capital”.

Además, de acuerdo con La Jornada, en los dos años que Gali estuvo al frente de la Secretaría de Infraestructura y Obras de Puebla, su fortuna pasó de 23 a 77 millones de pesos.

Y para rematar, La Jornada presentó una estimación del valor de los antros, bares y restaurantes de Tony Gali. El Diario sostiene que sus bienes rebasarían los 116 millones de pesos.

A lo anterior habría que sumar las “lujosas propiedades” que –siempre según La Jornada–, Gali tendría en Acapulco y en Miami.

El perfil de este político podría escandalizar al más sereno. Pareciera que estamos frente a un pillo de siete suelas.

Lo peculiar, sin embargo, es que la balconeada del panista corrió a cuenta de un periódico que, tradicionalmente, se ha mostrado como antipriista.

¿Por qué La Jornada publicaría un texto que, a todas luces, favorece a la aspirante tricolor?

¿Por qué La Jornada saca los trapitos de Tony Gali cuando la priista Blanca Alcalá va rezagada en la contienda?

¿Será que ahora La Jornada hace el trabajo sucio del PRI?