¿La contaminación será herramienta para 2018?

Dicen los expertos que el endurecimiento al programa Hoy No Circula es efectivo pero insuficiente. Sin embargo, lo que pocos dicen es que la crisis ambiental que detonó el ajuste podría convertirse en un pleito político.

Este jueves, Miguel Ángel Mancera –jefe de gobierno de la Ciudad de México–, advirtió que si entre 2002 y 2006 hubieran operado las medidas ambientales vigentes, las precontingencias habrían sido cosa de todos los días.

Es decir, que si el entonces jefe de gobierno, Andrés Manuel López Obrador, tuviera que cumplir los estándares ambientales de este momento, su gobierno habría quedado marcado por las contingencias.

Seguramente, Miguel Ángel Mancera tiene razón. Desupués de todo, los datos no mienten.

Seguramente, Miguel Mancera hizo lo correcto. Alguien tiene que exponer las cifras y asegurarse de que todos los responsables de la crisis ambiental asuman la parte del problema que les corresponde.

Y seguramente, Mancera midió bien los efectos de sus palabras y por eso dijo lo que dijo.

Acaso por eso, no sería extraño que el gobernante capitalino pretenda emplear las crisis ambientales para golpear la imagen de quien sería su principal adversario en la elección presidencial de 2018: Andrés Manuel López Obrador.

Por un lado, Mancera sabe que si consigue frenar los problemas ambientales, tendría una carta muy fuerte para contender por la presidencia en 2018.

Y por el otro lado, también sabe que es necesario evidenciar a los jefes de gobierno anteriores: Obrador y Marcelo Ebrard. Si estos personajes hubieran enfrentado las condiciones actuales, seguramente habrían respondido de la misma forma en que hizo Miguel Mancera.

O si lo prefiere, que contrario a los que muchos dicen, las reacciones del gobierno capitalino no deben verse como ocurrencias.

Por cierto, un dato extra. Cada año, los 59 municipios del Estado de México que son parte de la zona metropolitana producen 33 millones de toneladas de dióxido de carbono. En contraste, las 16 delegaciones de la CDMX generan 18 millones de toneladas.