La Constitución de la Ciudad de México ¿qué, cómo, cuándo y para qué?

La Constitución de la Ciudad de México tendría que reconocer el activismo ciudadano en la capital y contemplar espacios innovadores de participación para recoger las inquietudes, necesidades e intereses de la diversidad de grupos y barrios que la habitan, señala el Instituto Belisario Domínguez (IBD), del Senado de la República.

En su estudio “La Constitución de la Ciudad de México ¿qué, cómo, cuándo y para qué?”, refiere que uno de los mayores desafíos del proceso constituyente es que la sociedad se lo apropie, y éste es un punto medular para obtener legitimidad y perdurabilidad, puesto que no es concebible un nuevo contrato social sin la participación de la sociedad.

Si lo que el proceso constituyente pretende es dar un ejemplo de democracia en el país, es indispensable dar voz a los ciudadanos. Una alternativa es convocar a un referéndum para que la ciudadanía ratifique el texto aprobado por la Asamblea Constituyente, propone el documento elaborado por el IBD.

Un referéndum podría terminar con los cuestionamientos de los ciudadanos hacia las reglas de integración de la Asamblea Constituyente, como: que es un proceso controlado por las élites de los partidos políticos, que a su vez impusieron obstáculos excesivos a los ciudadanos interesados en participar o que los 40 constituyentes, designados por los poderes ya constituidos, continúan con la tradición de intervención y tutelaje de la Federación en los asuntos que le competen estrictamente a la capital del país, como entidad federativa.