La CNTE y la “consultitis”… Ahora van contra los planes educativos

Según el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, “la última pieza de la transformación del sistema educativo” consiste en la presentación –y la posterior aprobación–, de los nuevos planes y programas de estudio para los niveles básico y medio superior.

Esta nueva etapa del plan educativo incluiría –de acuerdo a la información que se conoce–, la reimpresión de los libros de texto gratuitos –que podrían utilizarse a partir del ciclo escolar 2017-2018–; además de mayor autonomía a los centros de enseñanza mediante el fortalecimiento del papel que juegan los directores y consejos técnicos.

Nuño señaló que el nuevo proyecto de educación dará prioridad a la impartición del español y matemáticas, pues de acuerdo con los exámenes diagnóstico, los alumnos muestran bajo desempeño en ambas materias.

Hasta aquí, no existe novedad alguna. En los hechos, la SEP confirmó lo que todo el mundo sabe: que los libros de texto necesitan renovarse, que los planes de estudio son deficientes en español y matemáticas, y que es necesario transformar –de fondo–, el proyecto educativo.

No obstante, a pesar de la necesidad y la urgencia de cambio, los mismos de siempre ya salieron a oponerse a un proyecto que se antoja impostergable.

Hace horas, la CNTE reclamó que el gobierno federal los dejó fuera del armado del nuevo proyecto educativo. En otras palabras, que la Coordinadora que se opuso a todo durante meses, ahora pretende sumarse al plan renovador de la secretaría de Educación Pública.

Los cabecillas de la Coordinadora exhortaron al gobierno federal a llevar a cabo una consulta nacional para que los expertos en la práctica docente –y no “sólo los funcionarios sin experiencia”– construyan el plan educativo.

Algunos –como Ramón Reyes, dirigente de la CETEG en Guerrero–, ya aseguran que el proyecto de la SEP es una imposición con fallas en el diseño. Otros –como Francisco Bravo, ex secretario general de la sección 9 del Distrito Federal–, cuestionan que no se tomara en cuenta la opinión de los docentes con respecto a decisiones fundamentales para la educación.

Evidentemente, la CNTE sigue firme en una postura que ha probado su eficacia: la del no por el no. Una vez más, la Coordinadora insiste en bloquear, en obstruir y en negarse a todo.

Lo curioso es que la Coordinadora que antes desconoció la Reforma Educativa –y que llevó a cabo actos vandálicos para frenar su aplicación–, ahora exige que la tomen en cuenta y que sus opiniones sirvan para consolidar uno de los proyectos emblema de la misma reforma.

Pero hay más. La CNTE se suma a las voces que parecen desconocer la razón de ser de los gobiernos; a las que exigen que todo se consulte cuando, por definición, los gobiernos son votados para tomar decisiones y para implementar un proyecto de Estado.

Es decir, que la CNTE no sólo se contradice, además exhibe su profunda ignorancia y oportunismo. Y por si fuera poco, la Coordinadora dejar ver –una vez más–, que lo suyo no es la propuesta ni el trabajo; lo suyo es sacar raja desde la obstrucción y el bloqueo. Nada más.