Nadie podría negar que la Ciudad de México ha sido castigada –con severidad– por las acciones violentas de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), y su intentona en contra de la Reforma Educativa.
Nadie podría negar que el magisterio disidente de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán han hecho suya la capital del país.
Y nadie podría negar que los principales afectados han sido los habitantes del antes llamado Distrito Federal.
Por eso, más de uno puso el grito en el cielo cuando se enteró que la sección XIX de la CNTE en la Ciudad de México, acordó sumarse al paro indefinido de labores. Este martes, Francisco Bravo –integrante de la Coordinadora capitalina–, aseguró que “será un grupo importante de escuelas y maestros” los que suspendan actividades durante los próximos días.
Según la Sección XIX, las movilizaciones de la Ciudad de México han sido obstruidas por la policía capitalina, quienes se han encargado de bloquear las vialidades para impedir el paso al magisterio disidente. Incluso acusaron al jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, de “reprimir su derecho a la manifestación”.
En consecuencia, los maestros de la Sección XIX optaron por irse a paro.
Si bien el paro de labores educativas parece inevitable, vale la pena preguntar, ¿será que al Gobierno capitalino la situación se le fue de las manos? No sobra recordar que la secretaria de Educación, Alejandra Barrales, parece más interesada en la dirigencia del PRD que en suplir la falta de maestros en las aulas. Y es que, como sabe, en dos semanas se elegirá al reemplazo de Agustín Basave en la dirigencia nacional del PRD; y la señora Barrales levantó la mano como aspirante al cargo.
Por cierto, como parte de los bloqueos de la Asamblea Nacional, los maestros acordaron –como ya es costumbre–, realizar bloqueos carreteros, marchas, plantones, protestas en empresas trasnacionales y tomar casetas de cobro. Además, dicen que seguirán firmes en su intención de reanudar una mesa de diálogo con la Secretaría de Gobernación.
¿Será, entonces, que viene más caos para quienes habitan en la Ciudad de México?
