Javier Corral: el panista más perredista

La siguiente podría parecer una historia salida del Macondo de García Márquez. Pero no, es la típica historia del México real y su clase política desalmada.

Resulta que Javier Corral es el candidato del PAN al gobierno de Chihuahua. No es la primera vez que busca el gobierno de su estado natal. Ya lo intentó y fue derrotado.

Lo novedoso del segundo tiempo de Corral en Chihuahua, es que no sólo cuenta con el apoyo del partido azul –que lo vio nacer a la política-, sino que por su personalidad cambiante el señor Corral se ha movido más cerca de las llamadas izquierdas que de la derecha panista.

Por eso, a Corral se le conoce coloquialmente como el “más perredista de los panistas”.

Más aún, a causa de sus posturas radicales hay quienes dicen que es el más “Moreno” de los azules, en referencia a su cercanía con Andrés Manuel López Obrador y con parte de su claque política.

Al final de cuentas el de Javier Corral –como el de buena parte de la clase política mexicana-, es un caso en el que lo que importa es el poder, no la militancia partidista, no la ideología, no la geometría política.

Y es que si bien Javier Corral nació en el PAN -partido que le dio todas las oportunidades políticas en su vida-, también es cierto que comulga con no pocos priistas, perredistas y militantes de Morena. Es, en una interpretación abierta, una suerte de “libre pensador” de la política mexicana.

Por eso no sorprende que en sus legítimas ambiciones por convertirse en gobernador de Chihuahua cuente con apoyos que surgen de Morena, del PRD y hasta del PRI.

Sin embargo, el problema es la forma en que Corral deberá procesar y explicar al electorado el “champurrado” de su candidatura.

Y el primer problema a resolver –y a explicar-, es la disputa entre la dirigencia estatal del PRD y la dirigencia nacional.

Resulta que el gobernador de Chihuahua, César Duarte, tiene “maiceada” a buena parte de la oposición en esa entidad. Por eso, el PRD local se opuso a una alianza con el PAN y con Javier Corral.

Sin embargo, el PRD nacional, de Agustín Basave, abrió los brazos “amorosos” a Javier Corral y permitió que los militantes reputados de ese partido –como Fernando Belaunzarán y Guadalupe Acosta- se convirtieran en los principales amarillos que promueven la candidatura del panista.

¿Cómo explicar ese pleito al interior del PRD?

Es elemental. El problema de fondo es la corrupción.

Sí, la corrupción en el PRD local, “maiceado” por el gobierno estatal, controlado por César Duarte y domesticado por los cañonazos que le dan vida al PRD de Chihuahua.

Sin embargo, la alianza de facto entre una parte del PRD nacional y Javier Corral –para buscar el gobierno de esa entidad- está muy lejos de alcanzar sus objetivos

¿Por qué razón?

Otra vez por una razón elemental. Porque los dos principales partidos opositores al PRI, en Chihuahua, están despedazados.

La candidatura de Javier Corral, vale recordar, fracturó de manera importante al partido azul. Lo mismo ocurrió en el caso del PRD. Por eso, al momento de la suma de votos en la elección venidera en Chihuahua, veremos una atomización que salvo un milagro-, beneficiará al PRI.

En efecto, en Chihuahua la alianza PAN-PRD puede hacer el “milagro” de fortalecer al PRI; fenómeno que se podría producir no sólo en Chihuahua sino en muchos otros estados del país

Al tiempo.

Tomado de La Silla Rota