El día de hoy el Instituto Electoral del Distrito Federal, determinó que las acusaciones en contra de Cuauhtémoc Gutiérrez, sobre el uso indebido de recursos públicos son infundadas.
El dictamen de la dependencia se dio a conocer luego de 251 dirigencias y numerosos requerimientos a instituciones, medios de comunicación y personas involucradas en los señalamientos vertidos en abril de 2014 por el equipo de investigación de la periodista Carmen Aristegui.
Las acusaciones aseguraron que el ex dirigente del PRI en la Ciudad de México era el líder de una red de prostitución financiada con dinero de la federación.
De este modo Gutiérrez estuvo bajo las pesquisas de las autoridades, quienes a más de dos años del hecho no lograron encontrar elementos de lo mostrado en el trabajo periodístico, de manera que quedó libre de todo cargo.
En entrevista para La Otra Opinión, el ex dirigente del Partido Revolucionario Institucional comentó que se agotaron todas las líneas de investigación hasta que el IEDF concluyó que no había pruebas que sostuvieran la versión de Aristegui ni las quejas interpuestas por algunos perredistas, a partir de que se difundió la noticia.
“Se me armó un escenario para lograr quitarme del cargo que ocupaba. De esta manera lograron manipular grabaciones para que pareciera que estaba involucrado en la contratación de dos sexoservidoras, a las que –según la cinta– yo había pagado 30 mil pesos de 80 mil que quedaban a cuenta. Sin embargo, en ninguna cinta presentada como prueba aparecía yo.
“Nunca me escondí, siempre di la cara y cada diez días revisaba los avances en el expediente. El SAT me auditó en tres ocasiones. La Comisión Nacional de Derechos Humanos hizo averiguaciones, pero ninguna dependencia encontró algo para señalarme”, comentó el priista.
Además aclaró que actuará por la vía legal en contra de la periodista que lo perjudicó. En este sentido, agregó que su futuro político es ahora muy incierto y añadió que de momento se mantendrá dentro de la iniciativa privada.
“No sólo lastimaron a mi familia y a mi, también al grupo político al que pertenezco. Quiero sanarme y volver a mi vida norma.
“Sin duda la difamación me hizo daño, pero no quiero victimizarme. Gracias a estos problemas caí en una fuerte depresión y en más de una ocasión pensé en quitarme la vida. Tuve problemas con el alcohol y aunque la gente nunca me tiró un vaso de agua en la cara, las miradas de reproche ocasionaron que saliera incómodo de algunos lugares, la opinión que se formó de mí no era buena”, concluyó Gutiérrez.
