Este fin de semana, la Arquidiócesis Primada de México negó haber convocado a las marchas de los días 3, 10 y 24 de septiembre “a favor de la familia y el matrimonio natural”. Sin embargo, lo que para muchos es un intento de la iglesia para desmarcarse discursivamente de una postura intolerante hacia los matrimonios gay contrasta con las acciones de algunos de sus miembros. La iglesia católica primero metió la cuchara en el tema y luego sacó la cola del diablo para deslindarse.
En un comunicado leído en presencia del Cardenal Norberto Rivera al término de una misa en la Catedral Metropolitana, el vocero del organismo, Hugo Valdemar, afirmó que la Arquidiócesis “no participará de manera directa en la animación de las marchas” para evitar confrontaciones con la sociedad y señalamientos de homofobia.
Además de deslindarse de la realización de las marchas, la Arquidiócesis también negó haberse pronunciado en contra de las bodas gay. Valdemar aclaró que aunque el pasado 12 de agosto la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) respaldó un comunicado del Frente Nacional de la Familia en el que se convocaba a los feligreses a las marchar, estas manifestaciones no serán en contra de las autoridades o sus propuestas legislativas, no incitarán a la homofobia y no serán en contra del matrimonio igualitario, pues más bien tendrán la “intención propositiva de manifestarse a favor del matrimonio y de la familia natural”.
Sin embargo, Valdemar también sostuvo que los fieles católicos “están en su derecho de manifestarse públicamente para mostrar su apoyo a sus valores y principios”, por lo que cada parroquia podrá participar voluntariamente en las marchas, mismas a las que expresó su apoyo moral.
Cabe recordar que en días pasados, el presidente de la CEM, Francisco Robles Ortega, llamó a los obispos del país a promover entre los feligreses la realización de marchas “a favor de la vida” y en contra de la reforma promovida por el presidente Enrique Peña Nieto a favor del matrimonio igualitario.
Entonces, ¿Qué pasó? ¿La Iglesia respalda o no las marchas? ¿Está o no está en contra del matrimonio igualitario? ¿Acaso existe una división de opiniones entre la Arquidiócesis y la CEM? Si la iglesia está en su derecho de expresar sus valores y creencias, ¿Por qué tanta renuencia a fijar una postura?
