Hollande y AMLO enfermos de poder

 

A  ocho meses para la sucesión presidencial en Francia, Francois Hollande se pronunció como el único líder francés antiterrorista capaz de resolver de forma democrática uno de los principales problemas que afronta la nación.

De este modo el actual mandatario de la nación francesa busca reelegirse, aunque no ha hecho pública sus aspiraciones, ha declarado que no tendría problema en regresar al poder.

No obstante, para el 88 por ciento de los habitantes galos Hollande dejó de ser una buena opción desde hace mucho.

La razón radica en que el presidente no ha sido capaz de resolver el problema del terrorismo que ha cimbrado miedo en el territorio.

Un ejemplo claro de la falta de protocolos de seguridad son las más de 230 víctimas que han dejado los atentados terroristas como el del semanario Charlie Hebdo y los ocurridos en noviembre del año pasado en diversos puntos de París.

A pesar de la mala opinión, el mandatario tiene claras intenciones en no dejar el cargo y lanzarse a las elecciones de 2017.

Sin duda una clara muestra de que el poder es una enfermedad. En México no estamos exentos de casos como este. Basta recordar que como Hollande, Andrés Manuel López Obrador va por la tercera contienda presidencial.

Al de Macuspana no le ha quedado claro que no está en la preferencia pública y por eso insiste en llegar a Los Pinos a como dé lugar.

¿Algún día se cansará?