Guerrero, violencia fuera de control

En cuestión de días, Guerrero ha sido el escenario de una matazón:

Uno. Durante una celebración de XV años, 11 personas fueron asesinadas. Los hechos ocurrieron la noche del sábado en El Cundancito.

Según el gobernador Héctor Astudillo, elementos de la policía intentaron acceder al lugar, pero fueron recibidos a balazos. Entre los fallecidos se cuentan dos menores de edad.

Dos. La madrugada del domingo, una pareja que se dirigía a Ixtapa-Zihuatanejo a celebrar su luna de miel fue atacada por individuos armados. La agresión ocurrió en la carretera que lleva a Ixtapa, a la altura de la comunidad El Cundancito.

El automóvil de la pareja tenía placas del estado de México. A raíz del ataque perdió la vida una mujer de 29 años. El hombre, de 30 años, también fue herido y se encuentra en un hospital.

Tres. Otras seis personas fueron ultimadas en diversos puntos del estado. En Iguala, cuatro jóvenes fueron acribillados afuera de una tienda de abarrotes. Sólo una persona sobrevivió.

A su vez, en Ayutla, el gerente local de la Comisión Federal de la electricidad fue muerto a las afueras de un bar de la comunidad. En Chilpancingo, se encontró el cuerpo de un joven con un tiro en la cabeza. Y en Acapulco, un taxista fue ultimado con una pistola de 0.9 mm.

Y cinco. De acuerdo con el periódico La Crónica de Hoy, la violencia e inseguridad en Guerrero ha repercutido en la investigación arqueológica del estado.

En el municipio de Cocula existen 95 sitios arqueológicos que no pueden ser explorados debido a las investigaciones que existen sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

A su vez, arqueólogos guerrerenses aseguran que la situación de inseguridad los ha obligado a posponer los recorridos de identificación de vestigios prehispánicos.

¿Quién pone orden en Guerrero?