¡Gracias, GIEI!

Gracias, porque a causa de la poca seriedad de su trabajo en el caso Iguala, será imposible que otro gobierno mexicano repita la torpeza de creer en la CIDH y, sobre todo, repetir el llamado a “expertos” sin rigor científico.

Gracias, porque confirman que organismos internacionales como la CIDH son capaces de traicionar la confianza de un gobierno que de motu propio los llamó y les pago –en espera de imparcialidad–, y que fue engañado. ¿Tenía necesidad el gobierno mexicano de llamar a la CIDH?

Gracias, porque no solo exhibieron la torpeza del gobierno mexicano al llamarlos, sino la agenda política perversa de la CIDH en México.

Gracias, porque luego de su trabajo de meses –lleno de aciertos y dichos contundentes para el manipuleo y la mentira–, hoy sabemos menos sobre el caso Iguala –menos que cuando llegaron–, lo que significa todo un éxito para restar credibilidad a un organismo internacional como la CIDH. ¿Con qué cara acudirá la CIDH a otra investigación similar? ¿No es por esa manipulación que no los quieren en otros países?

Gracias, porque debido a su extraordinaria labor al contaminar no la escena del crimen sino la conciencia colectiva –y desatar el odio de no pocos malquerientes del gobierno federal–, no habrá otra alternativa para la PGR que la creación de una Fiscalía Especial, al estilo de la creada en el Caso Colosio.

Gracias, porque una vez creada la Fiscalía Especial –encabezada por un fiscal que nada tenga que ver con las partes–, una de sus primeras tareas y las primeras líneas de investigación será revisar lo que nunca quiso tocar el GIEI. ¿Por qué el GIEI brindó impunidad a muchos actores políticos del crimen de “Los 43”?

Gracias, porque la seriedad de una Fiscalía Especial deberá revisar los vínculos de Andrés Manuel López Obrador con el alcalde de Iguala, el señor Abarca, principal responsable de entregar el poder político a la banda de los Guerreros Unidos.

Gracias, porque habrá espacio para investigar a los padres de “los 43”; para saber por qué no fueron declarados; para entender las razones por las que ocultaron los teléfonos celulares de los estudiantes; indagar por qué seis presuntos estudiantes no eran estudiantes y mantenían vínculos con el crimen; y gracias porque ahora sí investigarán al ex gobernador Ángel Aguirre.

Gracias, porque podrán engañar a muchos por mucho tiempo, pero no engañaran a todos todo el tiempo.

Al tiempo.

Tomado de Milenio