Dicen los teóricos de la ciencia política que una democracia sana debe garantizar el derecho al voto, a la pluralidad de partidos, a expresarse libremente y a publicar lo que cada quien considera válido, relevante o verdadero.
El apunte viene a cuenta porque la Venezuela chavista se acerca peligrosamente al extremo opuesto: al de la antidemocracia.
Según se ha dicho, en los previos a la elección legislativa del próximo domingo, el gobierno de Nicolás Maduro lanzó una advertencia a la prensa internacional: Todos los corresponsales deberán publicar “la verdad”, de lo contrario perderán la acreditación y tendrán que regresar a sus países de origen.
En efecto. La prensa extranjera deberá publicar lo que el chavismo califica de verdad. Si no lo hace, no podrá continuar con su trabajo en aquel país.
¿Cómo debemos entender esto? ¿Ante qué tipo de régimen estamos? ¿cómo es posible que un gobierno amenace a la prensa con expulsarla si no publica “la verdad”? ¿a qué verdad se refiere el chavismo? ¿quién podría asegurar que posee la verdad?
A todas luces, el gobierno de Maduro se encuentra en el límite de la sensatez y la cordura. Por donde se vea, el chavismo está muy cerca de violentar todos los principios básicos de la democracia. Además, resulta notorio que el régimen de Maduro parece muy preocupado por controlar todo lo que tenga que ver con el proceso electoral de este domingo, ¿será, acaso, que tiene miedo de perder la elección? ¿será, acaso, que planean alguna suerte de fraude? ¿será, acaso, que teme que los medios de comunicación hagan su trabajo y lo exhiban como el antidemócrata que realmente es? ¿a qué le teme Nicolás Maduro? ¿por qué parece tener miedo a lo que pueda decir y publicar la prensa internacional?
