Durante una charla con La Otra Opinión, el director del Sistema de Transporte Colectivo Metro, respondió algunas de las preguntas más frecuentes de los usuarios. Por ejemplo:
- El costo real del boleto del Metro es de 13 pesos. El gobierno capitalino subsidia ocho pesos por cada viaje.
- Si el servicio del Metro se privatiza, el gobierno dejaría de subsidiar y el boleto sería mucho más caro.
- Por seguridad, no es posible colocar botes de basura en los andenes del Metro. Es posible que algunos los utilicen para ocasionar desmanes y otros podrían usarlos para tirar la basura de sus casas.
- Para esta temporada de lluvias, el Metro no tendrá inundaciones pues se han limpiado todos los cárcamos de bombeo y están preparados para evitar contingencias.
- Al día de hoy se han recaudado 6 mil millones de pesos con el aumento a la tarifa. Esos recursos se destinaron a un fideicomiso especial.
- Con estos recursos se aseguró un fideicomiso –por 6 mil millones de pesos–, que permitirá la compra de 85 nuevos trenes.
- Antes que concluya este gobierno, se habrán comprado entre 10 y 15 trenes para la Línea 1 del Metro, la segunda más utilizada.
- Para combatir el calor en esta temporada, se han colocado ventiladores con aspersores y se arreglan los ventiladores que se encuentran al interior de los vagones. Para finales del año, todos los ventiladores del Metro estarán funcionando.
- Todos los días, el Metro –los trenes, andenes y torniquetes–, se entregan en condiciones óptimas en punto de las cinco de la mañana. Sin embargo, los usuarios tiran basura y ensucian las instalaciones.
- El flujo de trenes es constante pero, en caso de incidentes, fallas o accidentes, el avance de los trenes se complica.
- La mejor solución para combatir a los vagoneros, es dejar de comprarles. Por más que la autoridad los retire y los multe, si los usuarios consumen sus productos, es imposible que desaparezcan.
- Es imposible que el Metro funcione 24 horas al día porque no existe la infraestructura adecuada. En otros países hasta existen tres vías para que circulen los convoyes; en esa lógica, es posible dar mantenimiento a unas mientras operan otras. En la Ciudad de México sólo existe una vía y es necesario detener el servicio para darle mantenimiento.