Fidel Castro: el dictador que exportó el fracaso del socialismo

No sorprende a nadie que el socialismo esté pasando por uno de los momentos más difíciles en su historia, y es que de las diversas figuras que en algún momento encabezaron esta doctrina hoy sobreviven pocas, las cuales terminaron siendo igual o peores que los dictadores que en otro momento se esforzaron por derrocar.

Políticos como Lula da Silva o Dilma Rousseff en Brasil hoy enfrentan procesos legales que poco a poco han terminado con la popularidad de otros tiempos.

Fidel Castro, el mayor dictador de América Latina, exportó su revolución a la vez exportó el fracaso de su concepción ideológica.

Si bien, el cubano hoy se encuentra lejos de las cuestiones políticas, pero basta con revisar las acciones de su sucesor y hermano, Raúl Castro, para darnos cuenta de la decadencia de su doctrina socialista en Cuba y otros países que intentaron copiar su modelo de gobierno.

Por ejemplo, en Nicaragua, Daniel Ortega se niega a abandonar la silla presidencial que ocupa desde 2007 –y ocupó de 1986 a 1992–, y con tal de permanecer ha realizado todo tipo de cambios a la constitución; no obstante, este año podría ser el último de manera definitiva.

En Argentina, la ex mandataria Cristina Fernández de Kirchner fue derrocada del poder por la derecha y una vez que dejó el cargo las denuncias por corrupción, desvío de fondos y fraude al estado no se hicieron esperar.

En Venezuela, el dictador Nicolás Maduro podría dejar la administración de su país gracias a los constantes intentos de la Asamblea Legislativa por destituirlo, y es que aquella nación enfrenta una de las peores crisis en su historia.

A pesar del negro panorama para el socialismo y para todas las ideologías de la rancia izquierda, en México todavía existen personas como Dolores Padierna que además de celebrar gobiernos fallidos, busca implementar a como dé lugar estos modelos populistas.

Es así como Fidel Castro cumplió 90 años al mismo tiempo que América Latina vivió una transformación que pronto dejará fuera las administraciones que sólo atrajeron crisis y  descontento social.