Facultad de Filosofía y Letras, ¿amenaza al Estado?

La Facultad de Filosofía y Letras –en específico el Auditorio Ché Guevara– es el espacio al interior de la Ciudad Universitaria de la UNAM donde anarquistas y otros grupos antisistema confluyen desde hace años. Es, según dicen, el punto de resistencia y rebeldía de la Máxima Casa de Estudios.

Pero, ¿quiénes ocupan el lugar? ¿trabajan por mejorar al centro de estudios? ¿de verdad luchan por causas sociales? ¿qué buscan?

Dicen los enterados que la mayoría de quienes prácticamente viven ahí no son estudiantes. Los líderes, casi todos, sobrepasan los 40 años de edad. Además, se distinguen por apoyar todo lo que está en contra del gobierno.

Se sabe que los que sí son alumnos de la facultad, se deslindan de los activistas una vez que egresan.

Se sabe, además, que los “habitantes” del Ché Guevara simpatizaron con las causas de la extinta Luz y Fuerza del Centro, con el movimiento 132 y más tarde con el caso Ayotzinapa. Llama la atención que afiliados a estos grupos suelen botear en las entradas principales de la escuela. Y aunque ya parecen parte del paisaje, lo cierto es que los estudiantes, en su mayoría, pasan de largo.

Y este puñado de rijosos son los mismos que –siempre que lo consideran pertinente–, bloquean los accesos a las aulas e impiden la impartición de clases. Dicen que es su forma de protesta.

En ocasiones, los del Ché Guevara cierran la facultad pocas horas. Otras la clausuran días enteros. Si alguien recrimina, ellos lo acusan de traidor o de “anestesiado” contra los males que afectan al país.

Además se sabe que estos grupos “de resistencia” son la principal razón por la que la Facultad de Filosofía y Letras se ha vuelto punto clave para la venta de drogas.

De este modo, no sorprende que un sector mayoritario de la comunidad estudiantil ha exigido la devolución del auditorio. No obstante, hasta la fecha, el recinto es la guarida de quienes sobreviven a la huelga del 99…  y los que se acumulen.

Al respecto, el titular de la recién creada Secretaría de Atención a la Comunidad Universitaria, César Astudillo, comentó en entrevista con El Universal que el caso del Che Guevara es hoy un conflicto nacional. Para Astudillo, las reuniones que se gestan en ese espacio afectan a la UNAM y buscan perjudicar al Estado.

Astudillo también señaló que el consumo de alcohol y mariguana se ha vuelto regulares en las inmediaciones de la Facultad de Filosofía y Letras. Sobre todo en el área conocida como “Las Islas” y las áreas verdes llamadas “El Edén”.

Sin duda, César Astudillo tiene razón. Algunos puntos de la UNAM rebasaron a la autoridad y son un foco rojo en materia de seguridad. Por eso preguntamos, ¿y las autoridades? ¿hasta cuándo dejarán que el control de la Máxima Casa de Estudios salga de sus manos? ¿qué tiene que ocurrir para que hagan lo que les toca? ¿seguiremos viendo, acaso, cómo los activistas ganan control al interior de la máxima casa de estudios?