Aquí hemos dicho que la oposición en México parece errar el camino.
Y es que, en vez de enfrentar al partido gobernante –en PRI en la mayoría de los casos–, se enfrenta a sí misma.
Lamentablemente, en los estados donde la oposición no se encuentra fragmentada y polarizada, sus candidatos son francamente malos. Van las pruebas:
En Aguascalientes, los panistas repitieron la candidatura del ex alcalde Martín Orozco quien fue derrotado en 2010 y ha sido señalado por casos de corrupción. El PRD no tiene candidato definido.
En Tamaulipas, el candidato del PAN es el senador con licencia Francisco García Cabeza de Vaca, fue acusado de presuntos vínculos con el crimen organizado. El PRD no tiene candidato definido.
En Veracruz, el candidato de alianza es el ex priista Miguel Ángel Yunes, primo del candidato priista —Héctor Yunes—, quien además fue visto como un hombre muy cercano a Elba Esther Gordillo.
En Durango, la alianza entre el PAN y el PRD también repitió la candidatura de José Rosas Aispuro —derrotado en 2010—, quien estaría relacionado con Emma Coronel Aispuro, esposa del Chapo Guzmán.
En Quintana Roo, PAN y PRD apoyan al ex priista Carlos Joaquín González. Dicen los enterados que la oposición se echó un alacrán a la espalda.
En Hidalgo, ni el PAN ni el PRD han definido candidato.
En Chihuahua, el PAN insistió con un candidato derrotado: el senador Javier Corral. El PRD no tiene candidato definido.
¡Y así buscan echar al PRI del poder..!
