El Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Estado de México –un órgano autónomo– entregó a Eruviel Ávila la medalla al mérito administrativo y fiscal del año 2015.
El reconocimiento se hizo oficial –en la Gaceta del Gobierno–, el 15 de enero de 2016.
Según se dice, el galardón reconoce la trayectoria del mandatario, lo mismo que su calidad humana.
Y curiosamente, dos meses después de que se otorgó el reconocimiento, hoy la prensa mexicana se desgarra las vestiduras pues dicen que el gobierno de Eruviel Ávila reconoció al gobernador Eruviel Ávila.
Sin embargo, lo que esta prensa militante no sabe, no entiende o no ha querido entender es que el reconocimiento al titular del Ejecutivo mexiquense viene de un organismo colegiado que no depende ni responde al gobernador del estado de México.
Pero hay más.
Por un lado, es evidente que se trata de un golpeteo político. Y es que, a los ojos de quien quiera verlo, Eruviel Ávila es uno de los precandidatos presidenciales más adelantados.
Y por el otro lado, el propio gobernador ya salió a decir que no ha recibido ni recibirá el reconocimiento. Lo cual, le pese a quien le pese, invalidaría los reclamos de muchos.
