En Zacatecas todos hacen trampa

Hace horas, en Zacatecas, el PRI se quedó sin las alcaldías –que ya contaba como ganadas– de Tepechitlán y Cañitas. Los árbitros electorales decidieron que el triunfo correspondía a la coalición PAN-PRD.

Según se sabe, en estas municipalidades, la diferencia de votos fue de 70 y 80 sufragios, respectivamente. Es decir, que luego de haber salido favorecido en el PREP, el tricolor se quedó sin dos presidencias municipales de las 30 ganadas en un principio.

A partir de este hecho, en La Otra Opinión nos preguntamos ¿a qué obedecen las frecuentes inconsistencias en Zacatecas?

Tan sólo en abril, David Monreal –el abanderado de Morena al gobierno local–, fue dado de baja del proceso electoral porque no entregó a tiempo su reporte de gastos de precampaña.

Pero además, el órgano electoral local también estuvo a punto de bajar los registros de Jorge Grey y Salvador Llamas Urbina, candidatos del PT y Movimiento Ciudadano al gobierno de la entidad. De igual forma, Morena estuvo a punto de perder a un abanderado a alcaldía, mientras que otros once aspirantes a presidentes municipales y diputados del PT corrieron el mismo riesgo.

Para rematar, también en Zacatecas, Rafael Flores –abanderado del PRD al gobierno estatal–, fue impugnado por un sector su partido, el mismo que quería que el candidato fuera Pedro de León Mojarro. A pesar de las acusaciones, Flores impugnó la impugnación –así de absurdo– y luego de varios días, el tribunal lo devolvió a la carrera electoral.

Finalmente, en tiempos poselectorales, después de que el gobierno zacatecano fuera ganado por el candidato del PRI, Alejandro Tello, David Monreal aseguró que impugnará los resultados, pues el triunfo del tricolor ocurrió gracias a la guerra sucia y a la compra de votos.

Por eso preguntamos, ¿por qué parece que en Zacatecas, la escena política se resuelve en tribunales y no en las urnas? ¿será que todos allá hacen trampa?