En Venezuela comienza el cambio

Este martes se instaló la nueva Asamblea Nacional de Venezuela. Es decir, que por primera vez en 16 años, comenzó a operar un congreso donde la mayoría está del lado de la oposición.

Como aquí hemos documentado, en las elecciones de noviembre, los venezolanos favorecieron –dos votos a uno– a los partidos que se oponen al chavismo.

En consecuencia, Venezuela tiene un congreso dominado, en buena medida, por la oposición.

En entrevista para La Otra Opinión, el periodista Luis Carlos Díaz explicó que la configuración de la asamblea permitirá acabar con muchas de las trabas y trampas que desarrollaron el gobierno de Nicolás Maduro y el de su antecesor, Hugo Chávez.

Por ejemplo, Díaz explicó que durante años, la mayoría simple de diputados chavistas aprobó leyes que luego eran avaladas por el Tribunal Nacional. Es decir, que bastaba una mayoría del 50 por ciento para lograr cambios constitucionales –que por ley requieren dos terceras partes de los votos–, pues el Tribunal Nacional –cercano a Maduro–, elevaba los decretos aprobados a nivel constitucional.

Pero hay más. Por largos periodos, el chavismo asumió el control absoluto de todas las comisiones de trabajo. De hecho, explicó el periodista, la oposición jugaba un rol testimonial en la Asamblea venezolana.

No obstante, eso cambiará a partir de ahora.

Y es que, la oposición no sólo tiene el control de las dos terceras partes –con lo que podrán aprobar reformas constitucionales–, además tendrá presencia en todos los grupos de trabajo y comisiones.

Lo relevante, continuó Luis Carlos Díaz, es saber qué hará la oposición con su mayoría en el pleno. Y es que, de las prioridades que defina este bloque mayoritario dependerán los resultados que entregue la nueva Asamblea Nacional.

Es decir, si la oposición se dedica a cerrar el paso al gobierno chavista, podría descuidar asuntos elementales, como la salud financiera del país. De este modo, la oposición tendrá que reflexionar y evaluar cuáles son las urgencias que apremian a los venezolanos y legislar en consecuencia.

Para sorpresa de nadie, en esta primera sesión del Congreso, el bloque oficialista abandonó el recinto con un pretexto sin sentido. Según dijeron, el nuevo presidente de la asamblea –también de oposición–, habría faltado a las reglas.

No obstante, el gesto de los diputados chavistas simplemente confirmó lo que todos sabían: que su labor será la de obstaculizar, negarse y tratar de frenar todo lo que no salga de sus filas.

Sin embargo, no está de más recordar que el chavismo no tiene los números que se requiere para contener la voluntad opositora.

Por cierto, según Luis Carlos Díaz, en la sesión de este martes, la prensa regresó al congreso de Venezuela. Durante los años del chavismo, los reporteros tenían prohibido entrar al salón de plenos. De hecho, las autoridades legislativas llevaban a los periodistas a una sala de televisión donde podían ver el canal del Congreso. Y claro, un canal al servicio del chavismo sólo transmitía las intervenciones de los diputados chavistas.

De a poco, el cambio se abre paso en Venezuela.