En Tabasco, Obrador perdió dos veces

Todo indica que Andrés Manuel López Obrador fue derrotado por el gobernador de Tabasco, su otro amigo, Arturo Núñez. Y es que en la tierra del dos veces candidato presidencial, la alianza entre el PRD y el PT obtuvo el triunfo en la elección extraordinaria del municipio de Centro.

Luego que la autoridad electoral anuló el proceso ordinario del 7 de junio de 2015, en la elección del domingo, los números favorecen al PRD. De acuerdo con el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), Gerardo Gaudiano Rovirosa, candidato del PRD-PT, tendría el 43.16 por ciento de los votos. En un alejado segundo lugar aparece Octavio Romero Oropeza, el candidato de Morena; quien se encuentra empatado –con el 25.54 por ciento de los votos–, con Liliana Madrigal Méndez, la candidata del PRI, Partido Verde y Nueva Alianza.

Por donde se mire, la derrota de Morena –y del candidato de Obrador–, es emblemática. Y es que Obrador perdió en su tierra y con uno de sus hombres más cercanos. Por eso, Andrés Manuel perdió dos veces.

Sobra decir que Tabasco es una entidad clave para la Morena del señor López. Aun así, los resultados del domingo demostraron que el tabasqueño arrastra un desgaste considerable. Acaso por eso, consciente de su derrota inminente, Obrador denunció –días antes–, que “la mafia del poder” pretendía aplastarlo en su tierra.

Acaso por eso, Obrador estuvo en Villahermosa nueve veces para apoyar a su candidato.

Acaso por eso, López convirtió en candidato a Octavio Romero Oropeza, uno de sus hombres más cercanos.

Y es que, el segundo rostro de la derrota de Obrador lo encontramos, precisamente, en su candidato. A pesar del respaldo de Andrés Manuel, su  “hijo pródigo” fracasó en las urnas.

Sin embargo, Romero Oropeza no falló por falta de experiencia y es que no nuevo en las artes de la política. Octavio Romero ha vivido de la política durante, al menos, 16 años; tiempo en que ha caminado de la mano de López Obrador. De hecho, quienes conocen esta relación dicen que Romero Oropeza es uno de los hombres de mayor confianza de López Obrador.

No obstante, pese a que el señor López calificó al candidato de Centro, Tabasco, como “una gente de buenos sentimientos, Octavio Romero —quien fue su secretario de Honestidad Valiente en el Gobierno Legítimo del 2006–, no siempre ha pregonado con los principios de Morena: no mentir, no robar y no traicionar.  

Cuando AMLO  fue elegido jefe de Gobierno en el 2000, Romero Oropeza fungía como oficial mayor del Gobierno del Distrito Federal (GDF) y fue señalado por entregar –sin licitación y mediante adjudicación directa–, la compra de zapatos para los trabajadores del Gobierno capitalino. Romero Oropeza aseguró que actuó de esa manera pues habría conseguir zapatos de mejor calidad y a menor precio.

Además, cuando estuvo al frente de la Oficialía Mayor, Romero fue cuestionado por los 37 familiares –directos e indirectos– que cobraban de la nómina del gobierno capitalino. Nuevamente, el tabasqueño calló ante los señalamientos.   

Asimismo, cuando manejaba los dineros del Gobierno capitalino, Octavio Romero trató de confundir a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal con la venta de 27 hectáreas del predio La Mexicana —ubicado en Santa Fe–; según se sabe, el amigo de López Obrador nunca explicó la transacción y tiempo después, aseguró que había “corregido” un error al hacer un cambio en el uso de suelo. Eso sí, una vez más se negó a dar los nombres de los empresarios interesados en comprar el terreno.

Y la cosa no termina aquí. De acuerdo con investigaciones periodísticas, Octavio Romero Oropeza —entonces Oficial Mayor del GDF– estuvo a la cabeza de operaciones del GDF que habrían favorecido a tres empresas fundadas por exfuncionarios de la gestión de López Obrador. Los contratos otorgados habrían sido por más de 100 millones de pesos.

Entre los beneficiados estuvo el Grupo Danhos, cliente empresarial de AMLO, al que le habrían asignado –a través de la empresa AAR–, contratos millonarios. Y por si fuera poco,  se sabe que los dueños de Grupo Danhos –a quienes el GDF otorgó numerosos proyectos como la construcción del segundo piso del periférico–, habrían donado recursos para la campaña presidencial de López Obrador.

Años después, luego de un aparente retiro de la política, Octavio Romero fue exhibido por cobrar en la dirigencia nacional de Morena y recibir entre 30 mil y 40 mil pesos por servir como asesor de los diputados de la bancada de Morena en San Lázaro.

Es así que, con la derrota de Octavio Romero en Centro –quien en los noventa también compitió y perdió esa alcaldía–, sería un golpe fulminante a López Obrador. Pues no sólo perdió su partido sino que perdió el hombre de sus confianzas.