El Secretario General del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, renunció a su cargo este sábado, a dos años y tres meses de haber sido elegido por los militantes de la institución política.
La salida de Sánchez se dio luego de que se celebraran elecciones primarias –propuestas por él– para votar por la base del partido, y al ser derrotado con 132 votos en contra y 107 a favor, no tuvo más opción que dimitir.
Además hay que recordar que ya había renunciado una parte del Secretariado General con el único objetivo de orillarlo a dejar su cargo, pues a Sánchez lo culupan de que no haya un gobierno en España.
Al comité federal acudieron más de 250 integrantes y el proceso duró casi 10 horas.
A partir de este momento el PSOE se enfrentará a una nueva etapa, decisiva y crítica, pues tendrá que instalar un nuevo congreso y el partido quedará a cargo de un líder interino.
Por otra parte, será un comité federal diferente quien decida si lo más conveniente es que Mariano Rajoy gobierne España o si mantendrán la oposición, y propondrán un gobierno alternativo, tal como lo planeó en un principio Sánchez. Sin embargo, todo indica que Rajoy tiene la ventaja.
La consecuencia más evidente ante la renuncia de Sánchez es que el Partido Popular podría ganar en el futuro, pues el PSOE quedó debilitado tras su salida y la cancha quedó disponible para que quienes antes no tuvieron ninguna oportunidad antes, ahora logren posicionarse.
Sánchez se negó a aceptar su cese a tiempo y además se empecinó en continuar con una decisión que no sólo fortalece al PP sino que obstaculiza el camino a su propio partido.
