Empapados

A lo mejor algunos de ustedes, estimados cuatro o cinco lectores (as), consideran que, luego de tanta publicidad vertida sobre la visita de personaje tan ilustre a nuestro país, que todos estamos como empapados, que ya soy mas papista que el Papa pero…

Me gustó que el Papa Francisco haya puesto en su lugar a la clase política mexicana y a los adinerados que, el sábado 13 de febrero pasado, acudieron a escucharlo a Palacio Nacional. Claridoso como es, les dijo que la pobreza, el desempleo, el narcotráfico, la marginación, que padecen millones de mexicanos, es producto de los privilegios que durante años han disfrutado unos cuantos de ellos y sus antepasados.

Mas me hubiera gustado que, cuando muchos de esos políticos, al terminar el evento le pedían que con ellos se tomara una selfie (una foto con él), no solo no se los hubiera permitido, sino los hubiera desenmascarado en público de la gente, por oportunistas, hipócritas y nuevos faraones.

Me agradó que don Jorge Mario Bergoglio, que es la personalidad secreta del Papa, regañara a sus Cardenales y Obispos mexicanos, reunidos mas tarde y ese mismo día, en la Catedral Metropolitana, por chismosos, peleoneros, poco hombres, privilegiados y alejados de la gente. Se oyó bien don Jorge Mario, cuando les advirtió que no hagan acuerdos vergonzosos y debajo de la mesa con los narcos, que son como el demonio.

Hubiera sido agradable, ya que habló de la necesidad de que haya trasparencia, que ordenara trasparentar, al menos ante el público devoto, las cuantiosas riquezas de su Iglesia en México.

Más agradable aún, hubiera sido ver al Papa Paco, agarrar un látigo y con él echar del templo, de la casa del señor, como le dicen, a todos esos comerciantes de la fe religiosa de millones de fieles.

Igual, hubiera estado de pelos, que ahí mismo, hubiera ordenado a Cardenales y Obispos presentes, que excomulgaran de inmediato a todos los narcotraficantes que tuvieran a la vista, porque da la casualidad que todos los narcos son católicos. A ver si excomulgados le bajan a su violencia.

(Por cierto, ¿por qué será que las puertas de todas las iglesias católicas son muy altas? ¿Será para que pueda entrar el altísimo?)

El Santo Pontífice (¿Santo?; ¿Que no a los Santos los nombran así, cuando se mueren?) se miró bien cuando mostró su molestia por malos comportamientos de algunos de sus curas. Pero se hubiera visto excelente, si hubiera condenado al purgatorio o de plano al infierno, a los curas pederastas.

Mucho me gustó también su evento y sus palabras dichas en San Cristóbal las Casas, Chiapas. Y que permitiera que se hablara en maya chiapaneco (Tzetzal, Tzotzil, Chol), que incluso citara un párrafo del sagrado Popol Vuh, que orara en el sepulcro del Obispo Samuel Ruiz y que pidiera perdón a los indios por tanto despojo de que han sido objeto

Pero yo le hubiera aplaudido muchísimo al Sumo Pontífice si, desde su micrófono en el altar improvisado desde el que habló en San Cristóbal Las Casas el lunes pasado, hubiera pedido, gritando, que ¡ya es hora de que se respeten los Acuerdos de Andrés Larráinzar, firmados hace veinte años entre el EZLN y el gobierno federal y a la fecha hay nada de nada.

Pero qué le vamos a hacer, uno pone, dios dispone y viene el Papa y….ya no me acuerdo qué sigue.

El caso es que ahora el Papa, luego de alborotar multitudes en la CDMX, y los Estados de México, Chiapas, Michoacán y Chihuahua, se va. Nos deja, mas que mareados, empapados de tanta publicidad realizada a su alrededor, vía todos los medios imaginados, imaginables y por imaginar y a cargo de todos sus fieles y también de sus infieles que no desaprovecharon cualquier resquicio para colgarse de su sotana, con tal de llamar la atención.

Imagínense mis estimados que, en las estaciones del Metro capitalino hay carteles, letreros y espectaculares que rezan: “Bienvenido Su Santidad a la CDMX” y “Bienvenido Papa Francisco a Chiapas” y “Bienvenido Santo Padre a Michoacán” y… ¡como que si don Jorge Mario Bergoglio hubiera tenido tiempo de subirse a un vagón del Metro de la CDMX!

Y los que si se volaron la barda con tanta publicidad papista fueron las dos televisoras preponderantes, Televisa y Tv Azteca. Y es que las alianzas de la iglesia católica con todo lo atrasado, todo lo arrasan. Esas si que a todos nos dejaron empapados, ¿no creen mis estimados?

Notitas: Una.– Que luego de lo sucedido en la cárcel de Topo Chico, en Monterrey, Nuevo León, o sea, 49 muertos y doce heridos, luego de un enfrentamiento entre bandas encarceladas pero organizadas, la semana pasada, insisto con mi ocurrencia: si las autoridades logran gobernar las 368 cárceles del país, la inseguridad dejaría de ser un problema nacional. Dos.- Que el peso se sigue devaluando, el petróleo cada vez vale menos, ya recortaron el gasto público, subieron las tasas de interés y….ah, lo que importa es el Papa, ¿verdad? Tres.- Que se agradece la invitación que me hicieran buenos amigos, a impartir la plática “Qué es la izquierda”, este miércoles 17 de febrero, en el Centro Cultural “José Martí” (arriba del Metro Hidalgo, en la Alameda central del a CDMX. Y la asistencia del amable público, claro. Cuatro.- Que reitero la invitación a las Presentaciones números 28 y 29 de mi libro, “Cuando correteábamos utopías”, a realizarse este mes de febrero: El domingo 21, en la XXXVII Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, en el auditorio 5, a las 14 horas en punto. Recuerden que por ingresar a la Feria cobran 20 pesos y que en esta ocasión el comentarista es el Dr. Macario Schettino. Y el jueves 25, en el auditorio “Fernando Benítez”, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, a las 11 horas. En este caso el comentarista estrella es el Maestro José Woldenberg. ¿Cómo les quedó el ojo? Cinco.- Que el martes 8 de marzo, a las 19 horas, en la CDMX, habrá una conferencia titulada ¿¿Qué es la religión?” y…luego les doy detalles. Seis.– Que, hagamos ejercicio diario, ¿va? Y sembremos un árbol cada año, ¿también va? Con tal de estar todos bien, ¿va?

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México D.F. a 17 de Febrero del 2016.