El “tótem" de Aurelio Nuño

A propósito del fin de año, en La Otra Opinión recordamos algunos momentos clave en la implementación de la Reforma Educativa. Después de todo, 2015 será el año en que –luego de meses de estira y afloja–, finalmente comenzó a andar esta reforma, uno de los proyectos más ambiciosos del gobierno de Enrique Peña.

A lo largo de la historia, todo político que se respete ha elegido un “tótem”. O si lo prefiere, a un referente, a una figura a seguir; una especie de héroe dentro del mundo de la política.

Dicen, por ejemplo, que el “tótem” de Enrique Peña Nieto sería su paisano, el ex presidente Adolfo López Mateos.

Dicen que el tótem de Andrés Manuel López Obrador sería Benito Juárez.

Pero lo que nadie dice –o nadie conoce a ciencia cierta– es quién sería el ejemplo a seguir del secretario de Educación Aurelio Nuño.

Algunos dicen que el tótem de Nuño sería el ex candidato presidencial —y responsable del programa de libros de texto gratuito—, José Vasconcelos. Y es que, hace semanas, el propio Nuño publicó un texto donde comparó su labor con la de aquel político.

Otros dicen que Nuño se vería reflejado en Francisco I Madero, ¿por qué? Porque el 26 de noviembre pasado, el secretario de Educación firmó el llamado “Plan de San Luis”; ¿y quién más firmó un Plan de San Luis? En efecto, Francisco I Madero. Con ese plan, en 1910, Madero llamó a los mexicanos a levantarse en armas en contra del gobierno de Porfirio Díaz.

No obstante también hay quien dice que Nuño se vería en los zapatos de Ernesto Zedillo. Después de todo, Zedillo es el ejemplo más reciente de un político que brincó de la secretaría de Educación Pública a la Presidencia de la República.

¿Cuál será el tótem de Aurelio Nuño?