El PAN se extravió en la lucha del poder

A 10 días de la elección del 5 de junio, el PAN nos recuerda que aún paga las facturas por sus luchas internas.

Desde hace años, la tentación de la candidatura presidencial tiene sumergido al partido en una guerra de élites.

Históricamente, las dos elecciones presidenciales en que se alzaron con el resultado fueron la consecuencia de situaciones coyunturales: con Vicente Fox en el 2000 operó el voto útil y en 2006 –con Felipe Calderón–, el voto mayoritario fue en contra de Andrés Manuel López Obrador.

No obstante, durante los 12 años que el PAN estuvo en el poder no construyeron una estructura electoral sólida y hoy carecen del aparato que permite llevar votos a las urnas.

Aun así, para el analista político Carlos Ramírez, las noticias para el PAN no son todas malas.

En entrevista para La Otra Opinión, Ramírez explicó que la mejor apuesta de Acción Nacional es por el voto de calidad o voto útil. Es decir, el apoyo de ciudadanos que no militan en el partido pero que respaldan una candidatura.

En este arreglo, Carlos Ramírez ve al PAN con posibilidades de triunfo en Puebla y Tamaulipas.

En el caso de Puebla, precisó Ramírez, es evidente que el gobernador Rafael Moreno Valle intenta construir una candidatura presidencial siguiendo la ruta del priista. Así se explicaría su trabajo político y la construcción de una estructura electoral que tiene a su partido –el PAN– a la cabeza en la elección.

Por otro lado, en Tamaulipas, el voto mayoritario es de repudio al PRI y al gobernador Egidio Torre Cantú. Además, el PAN cuenta con un buen trabajo a nivel municipal y la figura de su candidato, Francisco Garcia Cabeza de Vaca, ha sido atractiva para el electorado.

Finalmente, el caso de Veracruz es –para Carlos Ramírez– una moneda en el aire. Si bien la promesa de enviar a prisión al gobernador Javier Duarte hace competitivo al candidato del PAN y del PRD, Miguel Ángel Yunes, lo cierto es que en esa entidad no hay nada para nadie.

Por eso, aunque fraccionado, el PAN se mantiene como un partido competitivo. Aunque lejos de vivir uno de sus mejores momentos.