El "niño" de 75 millones al mes

A propósito de las presuntas amenazas que recibió el delegado de Cuauhtémoc, el primer actor Ricardo Monreal, explicamos qué es el “niño” del que se habla en el mensaje intimidatorio.


 

El niño de 75 millones al mes

25 de junio de 2015

Muchos ingenuos creen que el ambulantaje —que convirtió al DF en la moderna Calcuta—, es una expresión social de la pobreza, el desempleo y la supervivencia.

Otros creen que la proliferación de ambulantes en calles y avenidas de la capital es lo más parecido a la “maldición” socialista de que tarde o temprano los pobres desesperados bajarían de las montañas para asaltar las ciudades y saquear a los acaudalados.

Lo cierto, sin embargo, es que el ambulantaje en el Distrito Federal es el “negocio negro” más rentable en lo político y lo económico, para líderes y gobernantes de las llamadas izquierdas; los mismos que en los últimos 20 años se han adueñado de la capital del país hasta convertirla en paraíso del ambulantaje.

Sea el PRD, Morena, el PT o Convergencia; todos los partidos de la izquierda —también el PRI y hasta el PAN—, tienen sus respectivos cotos de ambulantes que crean de acuerdo a la necesidad de clientelas políticas y financiamiento económico para la actividad política.

En el caso del PRD y de Morena, el ambulantaje fue estimulado, cultivado y protegido por líderes como Martí Batres, René Bejarano, Héctor Serrano y muchos otros jefes de las llamadas “tribus”, quienes valen tanto en sus respectivos partidos, a partir de las clientelas de ambulantes, taxistas, comerciantes, tianguistas y hasta pedigüeños.

Para las izquierdas, para el PRI y hasta para el PAN —en Benito Juárez—, todas las formas del ambulantaje son un jugoso negocio en efectivo y un caudal de votos contantes y sonantes. Bueno, el negocio político y económico es tan boyante que hoy nadie tiene control sobre el número de ambulantes y sobre las rentas económicas y políticas que genera.

Por eso, para entender el fenómeno y la mina de oro que significa, vamos al ejemplo la delegación política de Cuauhtémoc —una delegación equivale a un municipio en el resto de las entidades del país—, que es la de mayor ambulantaje en el país, la más rica en la capital y asiento de los llamados “giros negros”.

El PRD, como saben, fue derrotado en la delegación Cuauhtémoc, en donde el ganador fue Ricardo Monreal, por las siglas de Morena. En esa demarcación viven casi 600 mil habitantes y existen registrados por lo menos 50 mil ambulantes que ocupan el 16% del las calles de las casi 40 colonias que la componen. Lo curioso es que cuando el PRI perdió Cuauhtémoc, hace casi 20 años, los ambulantes sólo ocupaban el 3% de las calles.

¿Por qué los gobiernos del PRD hicieron crecer el ambulantaje hasta niveles de escándalo?

Por dos razones. La primera, por la clientela de votos. Y la segunda, el fenómeno de El niño. Y no, en el DF El Niño no es una perturbación meteorológica. El niño es “el paquete, que en forma de niño envuelto” entregan cada mes al jefe delegacional por concepto del pago del uso de suelo para los ambulantes.

Y si Cuauhtémoc tiene 50 mil ambulantes, que trabajan 30 días del mes y pagan 50 pesos por metro cuadrado de sus puestos, la ganancia mensual es de 75 millones de pesos, en efectivo y libre de impuestos.

De esos 75 millones de pesos mensuales por lo menos 50 millones son repartidos entre líderes, políticos y jefes policiacos. Al final, en Cuauhtémoc el jefe delegacional recibe un niño de por lo menos 25 millones de pesos, contantes y sonantes.

En el Distrito Federal nacen al mes 16 niños con “torta” millonaria que beneficia a 16 jefes delegacionales. Por eso nadie toca a los ambulantes, que crecen sin control. ¿Habrá niño para el jefe de Gobierno? Al tiempo.

 

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TOMADO DE EL UNIVERSAL