El milagro de Obrador 

El proselitismo político de Andrés Manuel López Obrador no es noticia.

Desde hace una década, el tabasqueño aparece en todos los periódicos, en todos los programas de televisión y en todos los espacios radiofónicos.

Y es que, desde hace una década, López Obrador persigue la presidencia de la República.

Por eso, no es novedad que el dos veces candidato presidencial llevara sus actos proselitistas a Europa.

El próximo viernes, el de Tabasco dictará una conferencia en París. Se sabe que hablará de la lucha por el renacimiento de México. Lo que sea que eso signifique.

Pero lo relevante de todo esto, al menos hasta ahora, es que en su trayecto a París, Andrés Manuel López Obrador buscó un encuentro con el Papa Francisco.

Como hacen miles de fieles, el político mexicano acudió a la Basílica de San Pedro y en cuanto tuvo al Pepe enfrente, le entregó una carta y una medalla de fray Bartolomé de las Casas.

Sobra decir que Obrador se encargó de difundir el “encuentro papal” en todas sus redes sociales. El tabasqueño incluso publicó la carta que entregó al Pontífice y explicó el por qué decidió entregarle una medalla de fray Bartolomé.

Por todo lo anterior, la pregunta obligada sería, ¿qué busca Andrés Manuel al acercarse al Papa? ¿será, acaso, que intenta hacer campaña con la imagen del prelado? ¿acaso ya no le alcanzan la renta política que dejan su iglesia de viejitos y la Morena… del Tepeyac?

Evidentemente, Obrador no se enteró que el Papa, hace meses, canceló todas las reuniones con políticos argentinos. Según dijo, no permitiría que sus compatriotas hicieran campaña con su imagen.