El IEDF bajo las instrucciones del INE en nueva constitución

Por lo que se aprecia, la razón de ser del Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) fracasó. Por definición, el IEDF es el responsable de conducir los instrumentos de participación ciudadana que afectan a la Ciudad de México. Por ejemplo, la elección de la Asamblea Constituyente de la capital del país.

Sin embargo, todo indica que las funciones del IEDF fueron rebasadas –o adoptadas– por el Instituto Nacional Electoral (INE). Y es que el máximo órgano electoral será el que organice la elección de diputados constituyentes. Es decir, que el INE es tendrá el control absoluto del proceso y no delegará funciones.

¿Pero por qué el IEDF no va a hacer lo que le corresponde en la Ciudad de México?

Según Arturo Sánchez– consejero electoral e integrante de la Comisión de Organización del INE–, el IEDF se limitará a prestar espacios, personal y vehículos. Ésa sería su aportación al proceso.

Lo curioso es que, un órgano electoral –como el IEDF– que algunos insisten que es innovador y referente nacional, no coordina la elección de la Asamblea Constituyente. Aparentemente, este proceso deja ver que las capacidades del árbitro electoral capitalino son limitadas, ineficientes y poco confiables.

Y aunque no termina de definirse el tono que tendrá la colaboración entre los institutos electorales, lo cierto es que el INE es el que lleva la ventaja. Es decir, que pronto veríamos las oficinas del IEDF ocupadas por el personal del INE y a los empleados del órgano capitalino como achichincles del Instituto Nacional Electoral.

Y es que, a pesar de la experiencia, los costos y la existencia del IEDF, el Decreto de la Reforma Política de la Ciudad de México definió que el INE organizara el proceso.

En palabras del consejero Arturo Sánchez, las tareas del IEDF serán de “mera coadyuvancia con nosotros (el INE) atendiendo a su solicitud de participar”, pero eso sí; el INE insiste que el IEDF solo recibe apoyos para realizar una elección particular.

No obstante, el dilema no se limita a la Ciudad de México. Los institutos estatales electorales –a pesar de su reciente creación y de las reformas aprobadas– son fuente de desconfianza.

Y así como el INE, al momento, ya absorbió las funciones del Instituto Electoral capitalino, no sería extraño que antes de que concluya la elección del cinco de junio, el fenómeno se repita en otras entidades. Por lo pronto, sólo queda estar atentos para identificar si en la elección de legisladores constituyentes existirán las certezas y garantías que demandan los electores. Al final del día, no son pocas las acusaciones de que el INE favorece a sus cuates y olvida el mandato que le fue encomendado.