El equipo Argentino de Antropología Forense

Lo dirige Luis Fondebrider, quien desde Buenos Aires coordina el grupo de personas (antropólogos, arqueólogos, especialistas en balística y biología) que trabaja en México desde el 5 de octubre para tratar de resolver el caso de la identificación de restos hallados en fosas de Guerrero a petición de los familiares de los estudiantes desaparecidos.

En México el trabajo es coordinado por Mercedes Celina Doretti.

A decir de ellos –en el comunicado del pasado 7 de febrero de 2015 – son a la fecha 30 profesionales que  provienen de los siguientes países: México, Argentina, Uruguay, Colombia, Canadá, EU, Francia y España. Dichos profesionales cubren las siguientes especialidades: antropología forense, medicina forense, arqueología forense y criminalística, criminalistas  especialistas en fuego, genética forense, botánica y entomología forense. (Otras fuentes hablan de que son 60 personas).

Se trata una organización no gubernamental y sin fines de lucro argentina de carácter científico –con mucho galardones-  creada en 1984 a iniciativa de las organizaciones de derechos humanos de la Argentina con el fin de desarrollar técnicas de antropología legal (antropología forense) que ayudaran a descubrir qué había sucedido con las personas desaparecidas durante la dictadura militar (1976-1983).

Iniciaron su trabajo bajo la dirección del antropólogo norteamericano forense Clyde Snow (difunto en de 2014) quien en 1986 fundó con un grupo de jóvenes argentinos el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Snow viajó a la Argentina en 1983, junto a la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, a petición de las Abuelas de Plaza de Mayo y la Conadep quienes le habían pedido ayuda para dar con los miles de desaparecidos por la Junta Militar que llegó al poder el 24 de marzo de 1976.

Snow había trabajado ya en varios casos como el del Presidente John F. Kennedy, el criminal de guerra nazi Josef Mengele, las víctimas del asesino en serie John Wayne Gacy, e incluso el faraón egipcio Tutankamón.

Snow con el equipo EAAF desarrolló un método de investigación organizado en tres etapas:

  1. i) Una preliminar de recopilación de fuentes escritas y orales del desaparecido o desaparecida;
  2. ii) Una de análisis de la documentación y registros que tiene como fin establecer dónde pueden encontrarse los restos, y;

iii) Una etapa arqueológica, similar a la arqueología clásica en un contexto médico legal. En esta etapa se utilizan también las técnicas de investigación genética a través del ADN.

Tiene oficinas en Argentina, Estados Unidos, Sudáfrica y México, y han actuado en 50 países, entre ellos Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Guatemala, Honduras, Angola, Kenia, Iraq, Indonesia, Bosnia, Angola, Croacia y España.

Algunos de los científicos miembros del EAAF han sido Clyde Snow (1927-2014), Luis Fondebrider, Darío Olmo, Silvina Turner, Mercedes Doretti, Patricia Bernardi, Anahí Ginarte, Rafael Mazzella, Daniel Bustamante, Carlos Somigliana, Miguel Nieva, Sofía Egaña, Cecilia Ayerdi, Andrea del Río, Douglas L. Cairns.

Acuden a cada país por llamado de los familiares de víctimas, y en los países a loa que van invitan a forenses para irlos capacitando.

Se financian con donaciones de fundaciones privadas de Estados Unidos y Europa. Además, desde 2004 reciben recursos del gobierno argentino.-

De hecho normalmente mantienen un bajo perfil bajo, independiente de los gobiernos, se incorporan a las investigaciones como peritos de las autoridades judiciales para dar su opinión técnica.

Los forenses se encargan de la recuperación, el análisis y la eventual identificación de los cuerpos, pero su labor se destaca porque uno de sus principios fundamentales ha sido respetar los deseos de los familiares de las víctimas en lo concerniente a la investigación; y trabajar de una forma muy cercana a ellos durante todos los pasos de la exhumación y el proceso de identificación.

La política institucional del EAAF es informar resultados primero a los familiares de las víctimas, así como a las autoridades a cargo de las investigaciones.

¿Cómo le hacen?

El 18 de noviembre  de 2014 el periódico argentino Clarin entrevisto al Doctor Fondebrider.

¿Cómo es el procedimiento habitual?-, le pregunta el reportero y el responde:

-En base a fuentes escritas y orales elaboramos una hipótesis de donde puede estar esta persona muerta enterrada, donde puede estar el cuerpo de esa persona. Por otra parte se hace un trabajo con los familiares de la persona desaparecida, para tener una relación de confianza, de credibilidad. Después recuperamos información de antes de la muerte. Es decir, todos los datos que tienen que ver con la persona cuando estaba viva, pero desde el punto de vista biológico. Esto sirve en la identificación si uno necesita comparar. Luego lo que se hace es tarea de campo. Finalmente se envía al laboratorio para que analice los restos, desde el punto de vista multidisciplinario, utilizando básicamente antropología forense, medicina forense, odontología y la genética para tratar de identificar a la persona y determinar cómo murió.

-En México se vio el prestigio de Uds, ya que los familiares sólo confían en ustedes. ¿Por qué cree que sucede esto?

-Sin hacer referencia a México (fueron muy prudentes entonces), en la mayoría de los lugares donde trabajamos, los Estados son los victimarios, aunque hubo casos de conflictos como en Perú y Colombia donde los grupos guerrilleros tuvieron también estas prácticas. Entonces los familiares no confían en los forenses porque son parte del Poder Judicial o de la policía. Este tipo de investigación se hace normalmente después de que pasó un tiempo, lo que implica que los cuerpos ya no son cadáveres frescos, sino esqueletos, algo que no es la práctica habitual de los médicos forenses. Ellos no saben hacer recuperación de los cuerpos.

-Ustedes recobran identidades, cuando otros intentan hacerlos desaparecer…

-Estos procesos de identificación tienen que ver con conceptos de verdad, de justicia, de memoria. Nosotros, desde la ciencia, aportamos una tarea colectiva mucho más amplia. Buscamos reconstruir historias individuales donde identificamos personas con nombre y apellido.

Su presencia en México

La primera vez que llegaron a México fue en 2001, cuando la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos pidió un protocolo para la investigación de muertes complejas en México. El Dr. Ignacio Carrillo Prieto de extinta Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, charló con ellos para ver los casos de la desaparición forzada en la denominada guerra sucia pero no fueron contratados:“para resolver el problema de las inhumaciones clandestinas que produjo la “guerra sucia” hubiera sido eficaz combatir la obstrucción presupuestal para contratar los antropólogos forenses de experiencia. En todo caso, fue deficiente nuestra comunicación con las instancias académicas capaces de apoyar el área de investigación y hallazgo.” (“La Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado. Un caso de políticas públicas en justicia transicional”, por Ignacio Carrillo Prieto, febrero de 2009).

En 2004 comenzaron a tratar los casos de las desapariciones de mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua.

En 2006 trabajaron en un proyecto grande en la frontera entre México y EU, para investigar las muertes de migrantes mexicanos y centroamericanos cuyos cuerpos aparecen como no identificados en las morgues de Texas y Arizona.

Y desde 2013 son parte de la comisión forense creada por el gobierno de México para participar en el análisis de las narcofosas en Tamaulipas, Nuevo León y el caso After Heaven, en el Distrito Federal.

El 4 de septiembre de 2013 fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el convenio entre la PGR, el EAAF y asociaciones civiles de México y Centroamérica para crear una Comisión Forense para identificar y determinar la causa de muerte de los migrantes masacrados en San Fernando, Tamaulipas, y en Cadereyta, Nuevo León.

http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5312887&fecha=04/09/2013

El documento detalla que la Comisión es un equipo de trabajo formado por peritos de la institución y del Equipo Argentino de Antropología Forense, expertos en antropología, genética, patología y medicina.

“II. Declara el “EAAF”:

  1. Que se fundó en 1984 en la República de Argentina, establecido como una asociación civil, sin fines de lucro en 1987, dedicada a la aplicación de las ciencias forenses, particularmente, la antropología biológica, social y arqueología así como la genética forense, aplicadas a la investigación de casos relacionados con violaciones a los derechos humanos;
  2. Que la licenciada Mercedes Celina Doretti, integrante del “EAAF”, cuenta con las facultades legales para suscribir el presente convenio, de conformidad con el acta notarial Número 139 del 19 de Agosto del 2010, ante el escribano Mario Alberto Zirardini, de la Ciudad de Buenos Aires, República Argentina.”

Se establece que las funciones de la Comisión consistirán en llevar a cabo un proceso de identificación de los restos que se encuentran pendientes de identificar, revisar las identificaciones ya realizadas -pues los dictámenes de la PGR han generado dudas en los familiares-, y compartir información entre las bases de datos oficiales y las de las asociaciones mexicanas, Guatemala, El Salvador y Honduras.

En tanto, la PGR se compromete a brindar datos sobre el contexto general de los hechos, las autopsias de los cuerpos recuperados, los análisis antropológicos, odontogramas, huellas dactilares, dictámenes forenses, electroferogramas, perfiles genéticos y el listado de personas con quienes se haya comparado dichos perfiles.

Se destaca que de ser necesario se tomarán nuevamente muestras a tres parientes de las víctimas por caso, como son padre, madre, hijos, hermanos y tíos.

Ambas partes se comprometen a garantizar la custodia, reserva y confidencialidad de la información, con la posibilidad de que algunos aspectos sean dados a conocer públicamente en términos de la ley de transparencia.

El plazo de colaboración fue de 12 meses, y el 22 de agosto de 2014, dicha Comisión Forense entregó a sus familias los restos de diez víctimas hondureñas identificadas en la masacre de 49 personas en Cadereyta y de otra víctima hondureña de la masacre de 72 personas migrantes en San Fernando, Tamaulipas.

Iniciaron trabajos en Chihuahua

Desde hace unos meses EAAF estaba por comenzar trabajos en Chihuahua para identificar restos de mujeres asesinadas, a decir de la encargada de la subprocuradora de Derechos Humanos de la PGR, Eliana García: “Esto se solicitó no solamente por (la organización) ‘Nuestras Hijas de Regreso a Casa’, es una solicitud de familiares de mujeres allá en Chihuahua; entonces estamos haciendo el trámite que implica no solamente la acreditación, sino también los costos y cómo vamos a hacer la parte de poder incorporarlas”, señaló. (Nota de Silvia Garduño en Reforma, 12 de octubre de 2014).

Y desde octubre de 2014 están en el caso de Ayotzinapa por petición de los familiares de los estudiantes. (no sabemos si hubo un convenio de colaboración).

EAAF lo dirige el Dr argentino en antropología forense Luis Fondebrider.

De hecho la organización había sido prudente ya que en el fondo está siempre el enfoque humanístico del servicio a los familiares y la responsabilidad social por reconstruir la historia y recuperar la memoria.

A finales de 2014 Luis Fondebrider dijo en una entrevista con la agencia Reuters en Buenos Aires consideró que habría que tener paciencia para tener los resultados. “Hay que tener un poco de paciencia, ya que los tiempos de la ciencia lamentablemente son mucho más lentos”, afirmó (Reforma, 23 de noviembre de 2014).

Agregó en la entrevista: “Nos concentramos en nuestra tarea y nuestra forma de trabajar es avanzar en el análisis de los restos e ir produciendo informes para los familiares y para las autoridades a medida que tenemos resultados, y preferimos no especular o no hacer declaraciones sobre cómo pudo haber sido el proceso”.

En los márgenes…Posisionamientos encontrados entre PGR y el equipo de EAAF.

La cooperación de la PGR con los antropólogos forenses iba aparentemente bien con la PGR hasta que el 27 de enero de 2015 la PGR difundió ante los medios de comunicación, sin aviso previo a los familiares, información sobre lo que calificó como la “verdad histórica” de los hechos, de acuerdo a la cual los estudiantes habrían sido asesinados y calcinados en el basurero de Cocula, y sus restos arrojados al río San Juan.

Ese mismo día, los padres y las madres de los estudiantes enumeraron 10 puntos por los cuales no era posible dar por concluida la investigación ni aceptar la versión oficial. El primero de esos puntos era precisamente la falta de certeza científica de la hipótesis de la Procuraduría, no corroborada con peritajes independientes.

Días después, los antropólogos emitieron un primer avance a manera de conclusiones que contradice copn la “verdad histórica“ de la PGR

Estas son las conclusiones de aquel el comunicado:

1.- Las imágenes satelitales del basurero de Cocula obtenidas por el EAAF –y también aquellas disponibles al público en Google Earth– muestran que el área de fuego en la superficie inferior del basurero de Cocula, que la PGR indica como la utilizada para quemar los restos de los 43 normalistas, ha sido utilizada en realidad en fuegos anteriores al menos desde el año 2010.

Por lo tanto, las fotos satelitales indican que interpretar la evidencia recogida en la zona baja del Basurero por peritos de la PGR y del EAAF como un solo evento de fuego ocurrido según PGR el 26 de septiembre del 2014, refleja una lectura parcial de la evidencia recolectada en dicho lugar.

2.- En el análisis de los restos óseos recuperados en el basurero de Cocula y analizados hasta el momento, el EAAF encontró evidencia que sugiere fuertemente la posibilidad de que en la zona de fuego analizada en el basurero se encuentren presentes restos humanos que no pertenecen a los normalistas.

3.- El EAAF desea reiterar que esto no excluye la posibilidad de que algunos de los normalistas hayan corrido la suerte señalada por la PGR; aunque aún, en nuestra opinión, no hay evidencia científica al respecto en el basurero de Cocula.

4.- La investigación sobre Ayotzinapa no puede darse por concluida toda vez que aún falta procesar una cantidad importante de evidencia tanto por los peritos de la PGR como del EAAF. Se necesita mayor tiempo de análisis de los restos óseos y toda evidencia asociada a ellos. Esta tarea llevará varios meses más de trabajo.

5.- La evidencia física debe ser interpretada en todas sus posibilidades, sin dar preferencia a aquellas interpretaciones que sólo incluyen una posible coincidencia con los testimonios de los imputados.

6.- En resumen: En opinión del EAAF, los peritajes de PGR deben ser evaluados por peritos independientes, estableciendo su rigor científico. El envío de 20 perfiles genéticos de los familiares de los estudiantes de desaparecidos de Ayotzinapa con problemas que no permiten su utilización, la interpretación del sitio del basurero como un solo evento de fuego cuando es posible comprobar que no los es, la recolección de evidencia fuera de los acuerdos de trabajo conjunto establecidos con el EAAF, el abandono de la custodia del basurero, sitio clave en la investigación de este caso, entre otros serias dificultades, así lo atestiguan.

por lo que recomiendan:

1.- Garantizar la protección del sitio basurero de Cocula;

2.- Garantizar la protección, centralización y acceso a la evidencia recogida tanto biológica (restos óseos) como no biológica (alambres, llantas, vidrios etc) recogida en el Basurero de Cocula y según la PGR, proveniente del Rio San Juan;

3.- Acceso a todos los dictámenes forense que se encuentran en la averiguacion previa correspondiente a Ayotzinapa;

4.- Garantizar la continuidad del trabajo de peritos independientes en la investigación del caso Ayotzinapa;

5.- Una vez finalizado el análisis de evidencia del Basurero de Cocula, el EAAF invita a una junta de peritos a los forenses de PGR para analizar y comparar los resultados alcanzados;

6.- Mantener una política de comunicación de avances en la investigación del caso Ayotzinapa que priorice informar a los familiares de los normalistas desaparecidos antes que a la opinión pública;

7.- Enlace de la investigación forense de Ayotzinapa con el Grupo InterDisciplinario de Expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos que se instalará en México próximamente.

La respuesta de la PGR inmediata.

Posicionamiento de la PGR ante Comunicado emitido por EAAF

Lunes, 9 de Febrero de 2015 > Boletín 036/15, emitido a las 7:05 horas.

“Con relación al Comunicado de Prensa emitido por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en el que se manifiestan diversas imprecisiones, la Procuraduría General de la República señala lo siguiente:

  1. I) El Equipo Argentino de Antropología Forense, en ningún momento ha actuado como perito independiente de las familias de los 43 jóvenes normalistas desaparecidos en los hechos de Iguala y Cocula, ya que desde el primer momento (4 de octubre), se les incorporó a la investigación como peritos habilitados de esta institución, a pesar de que solamente dominaban las disciplinas de antropología, criminalística y genética, por lo que sus alcances en conocimiento de otros dictámenes no son válidos como expertos, no obstante, por el interés de los familiares y defensores autorizados en la investigación, se les hizo entrega, en todo momento, de los dictámenes, diligencias y evidencias de todas las actuaciones practicadas en el caso.
  2. ii) Con relación al señalamiento, de que el EAAF no estuvo presente cuando se recuperó la bolsa con fragmentos óseos en el Río San Juan, se señala que no estuvieron presentes en el momento del hallazgo, (que fue realizado dentro de una diligencia Ministerial) a pesar de que les fue comunicado el inicio de la diligencia la noche anterior, por parte del equipo de la Procuraduría General de la República. La mañana del 29 de octubre de 2014, el EAAF decidió darle prioridad al basurero de Cocula y se dirigió a él en lugar de al Río San Juan, aun cuando el vehículo que los transportaba tenía como primer arribo el Río, lugar al que llegó y descendió personal de la Procuraduría (incluyendo peritos) para realizar dicha diligencia.

iii) Además del Agente del Ministerio Público de la Federación que conducía la diligencia, se encontraban en el lugar dos testigos de asistencia, un Fiscal de la PGR, buzos de la Secretaría de Marina Armada de México y más de cien personas de diversas instituciones del Gobierno Federal resguardando la zona.

Esta Procuraduría actuó conforme a sus facultades y no acepta duda alguna en que la diligencia practicada y los indicios encontrados tienen validez jurídica dentro de la investigación, a pesar de no haber estado presente el EAAF.

  1. iv) Con relación al señalamiento del EAAF respecto de que no firmó la cadena de custodia de los hallazgos encontrados en el Río San Juan, la PGR señala que el EAAF no es autoridad y su función se circunscribe únicamente al análisis antropológico y genético, además de que la cadena de custodia fue iniciada por el Agente del Ministerio Público de la Federación que condujo la diligencia, quien, además de ser el responsable de la misma, tiene fe pública, por lo que la PGR les recuerda que la petición hecha de que les sea entregada la cadena de custodia de dicha diligencia, rebasa con creces su función de peritos habilitados.
  2. v) Respecto de la diligencia para practicar un dictamen en las inmediaciones del Basurero de Cocula, el 15 de noviembre, se señala que el EAAF no fue convocado, lo cual es correcto, dado que NO se encontraban acreditados peritos en materia de balística ni de ninguna otra disciplina que no fuera Antropología, Criminalística y Genética, dentro de su grupo, y el propósito de la diligencia era la recolección de elementos balísticos, por lo que no era necesario que ellos estuvieran presentes.
  3. vi) En ese sentido, la PGR señala que se han realizado hasta el momento 487 peritajes, en 26 especialidades, sin que el EAAF participara en todos y cada uno de ellos por no corresponder a sus áreas de estudio acreditadas en la investigación. A pesar de ello, los dictámenes son válidos y sus opiniones respecto a otras disciplinas, parecerían más especulaciones que certezas.

vii) En todo caso, se les exhorta a que, en el ejercicio de su deber y responsabilidad adquirida dentro de la Averiguación Previa, aporten sus dictámenes dentro del expediente, que es donde se deben establecer los criterios científicos, basados en metodología rigurosa.

viii) Respecto del resguardo del sitio, efectivamente, una vez que se habían concluido los peritajes en el Basurero de Cocula, de común acuerdo los miembros del EAAF y los Peritos de la Procuraduría General de la República determinaron que ya no era necesario mantener preservado el lugar, dado que se habían practicado en su totalidad las pruebas y no había mayores indicios que aportaran a la investigación, por tal razón, pudieron acceder al sitio medios de comunicación y familiares; cabe recordar que dicho lugar fue localizado después de un mes de sucedido el evento criminal. Sin embargo, su petición de volverlo a resguardar, fue atendida y los días que no se contó con seguridad en el lugar, no representan ninguna afectación al resultado de la investigación.

Cabe hacer mención de que quienes llegaron primero al lugar fueron los miembros del EAAF, y quien los recibió fue el Procurador General de la República, dándoles en todo momento las facilidades para realizar su trabajo inmediatamente, incluyendo dos helicópteros permanentemente a su disposición.

  1. ix) Respecto de las diferencias encontradas en 20 de 134 perfiles genéticos tomados a los familiares y enviados a la Universidad de Innsbruck por parte del EAAF y la PGR, se señala que este error administrativo de transcripción, fue detectado y corregido en menos de 24 horas, y no afectó el resultado de ninguna de las 17 muestras enviadas, incluyendo la que dio positivo al perfil genético de uno de los estudiantes, por lo que es inaceptable la aseveración de que “no hubo una explicación clara al respecto”. Aclarando también que corregida la inconsistencia, los 134 registros genéticos correspondientes a familiares podrán ser utilizados en futuras comparaciones.
  2. x) Respecto de la aseveración realizada en el comunicado en la que señalan que “la PGR presentó conclusiones sobre la evidencia física recolectada en el basurero de Cocula, interpretándolas como perteneciente a un solo evento de fuego que habría ocurrido en la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014”, en la Conferencia de Prensa del 27 de enero de 2015, se señaló que se encontraron tres zonas con ceniza dentro del basurero, haciéndose también la indicación del punto de origen del incendio e inclusive se señaló que el área principal de fuego abarcó 140 metros cuadrados en una superficie cercana a los 15 X 9 metros.

La conferencia íntegra puede ser consultada en las cuentas de la Procuraduría General de la República en internet.www.pgr.com

  1. xi) Al especular que “los elementos tomados como diagnóstico por la PGR -aluminio, vidrio, dientes, etc.- en su interpretación de la evidencia recogida en el basurero y mencionados en la conferencia de prensa de 27 de enero del 2015, pueden no corresponder a los incidentes del 26 de septiembre del 2014, sino a eventos anteriores”, el EAAF emite un criterio aislado y la PGR señala, tajantemente, que todos los exámenes indican que los elementos mostrados en la Conferencia de Prensa referida, y los que integran la Investigación, fueron analizados y relacionados directamente con la temporalidad del evento criminal del 26 y 27 de septiembre de 2014, y no es aceptable que ante el cúmulo de evidencias, peritajes, confesiones, declaraciones e inspecciones ministeriales, se pretenda sembrar la duda de que en ese lugar fueron ejecutadas e incineradas alrededor de 40 personas, esto mismo corroborado por los materiales y exámenes científicos practicados en dicho lugar por esta Procuraduría.

De manera científica, ha quedado plenamente comprobado que los sedimentos y otros indicios encontrados en la bolsa del Río San Juan, corresponden químicamente a los encontrados en el Basurero de Cocula, por lo que cualquier opinión diferente a ese respecto resulta hipotética y lejana a la realidad.

xii) Las prótesis dentales halladas en el Basurero de Cocula son parte de las evidencias aún en estudio. Según el EAAF dichas prótesis no corresponden a ningún estudiante, sin embargo, la PGR es puntual en manifestar que no cuenta aún con historial físico, médico o dental de los estudiantes, porque ni los familiares ni el EAAF las han querido aportar a la investigación, razón por la cual no se puede confirmar o desestimar que dichos restos dentales pertenezcan o no a alguno de ellos. Hoy la Procuraduría General de la República ha trabajado únicamente con información de perfiles genéticos aportados por la Fiscalía del Estado y por el propio EAAF. Sin omitir que de las declaraciones de los propios autores materiales del multihomicidio se desprende que en dicho lugar habían realizado ejecuciones previamente.

xiii) Como fue informado en la conferencia del 27 de enero pasado, la PGR no ha concluido la investigación, que no podrá ser cerrada dada la naturaleza de los delitos, y reitera, que se ejerció acción penal en contra de quienes confesaron con detalles el secuestro y homicidio de los estudiantes normalistas, en los plazos que marca la ley y que son irreductibles, con base en todas las evidencias encontradas, las 39 confesiones hasta el día de hoy recabadas, los 487 peritajes realizados, las 386 declaraciones rendidas ante la autoridad ministerial y las 153 inspecciones ministeriales practicadas. Por el contrario, de atender los argumentos poco sustentados que el Equipo Argentino de Antropología Forense ha publicado, no se habría podido ejercer acción penal en contra de los autores de este trágico evento, lo que es contrario a la justicia y al interés de los familiares y de la sociedad mexicana.

La PGR ha actuado, en todo momento, con transparencia y profesionalismo, permitiendo que los familiares y sus representantes, así como el propio EAAF colaboren y tengan acceso a los 85 tomos y 13 anexos que comprenden la Investigación, y manifiesta que seguirán haciéndolo, porque lo que la Procuraduría busca es que se haga justicia.

Un año después, el 9 de febrero de 2016  el grupo de peritos concluyeron que No hubo incineración en Cocula, Guerrero. Punto.

En conferencia de prensa realizada en las instalaciones del Centro Pro de Derechos Humanos, los peritos Mercedes Dorotti y Miguel Nieva señalaron que en su opinión -de EAAF-, no existen tampoco elementos científicos suficientes para vincular los restos hallados en el basurero de Cocula con aquellos recuperados, según la PGR, en la bolsa del río San Juan, de donde proviene la única identificación positiva hasta al fecha de uno de los normalistas desaparecidos, de nombre Alexander Mora Venancio.

También afirman que no hay evidencia científica que indique que en el basurero de Cocula se realizara la incineración en masa de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, como asegura la versión de la PGR.

También dicen que no se encontraron evidencias para establecer correspondencia alguna entre los elementos recuperados en dicho basurero –entre ellos restos óseos de 19 personas– y los estudiantes desaparecidos.

En el dictamen pericial hecho público señalan diversas y serias irregularidades cometidas por personal de la PGR. Una de ellas es lo relacionado con 20 de los perfiles genéticos de los familiares de los normalistas enviados por la procuraduría al laboratorio de Innsbruck, pues eran diferentes de los remitidos por el EAAF, siendo de las mismas personas.

Otra inconsistencia fue la ocurrida el 15 de noviembre de 2014, cuando peritos y agentes del Ministerio Público recolectaron evidencias en el basurero de Cocula sin presencia ni aviso al equipo argentino, cuando el acuerdo era trabajar de manera conjunta.

El dictamen –en el que se incorporó tanto un informe de sitio como un reporte de laboratorio– ya fue entregado a la PGR, instancia a la que se invitó a realizar una ‘‘junta de peritos’’ para analizar y comparar los resultados alcanzados por los diferentes estudios sobre el basurero de Cocula.

Los peritos fueron acompañados por los padres de familia, alumnos de la normal rural y abogados..

Por tanto, ‘‘no respaldamos la hipótesis de que hubo un fuego de la magnitud requerida y de la duración informada’’, todo en función de la hipótesis de PGR. Señalaron que aunque en el lugar se encontraron 132 casquillos, entre ellos de armas largas, los calibres de la mayoría no corresponden al que los implicados dicen haber detonado.

No hay respuesta institucional aun….ante el informe final de los antropólogos…

Ayer, legisladores de la Comisión Especial que da seguimiento a las investigaciones sobre los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa “Raúl Isidro Burgos”, informaron que buscarán reunirse con los integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).

La presidenta de la Comisión diputada Guadalupe Murguía Gutiérrez (PAN), dijo que las nuevas evidencias pueden llevar a rectificar lo que en su momento fue la “hipótesis inicial” y corresponderá a la PGR, con nuevos elementos y estudios, decir si existen las condiciones para modificar su hipótesis y asumir el posicionamiento que corresponda a la verdad de los hechos.

Dice la diputada que la PGR, continuó, tiene la responsabilidad jurídica, legal y política de generar una convicción y verdad sobre este caso, y la comisión esperará a lo que señale, y a que determine si hacen falta más elementos para integrar a su averiguación previa.

La diputada federal recalcó que tanto el GIEI como el grupo de forenses argentinos son coadyuvantes del Ministerio Público, “sus diligencias, estudios y conclusiones forman parte de la averiguación previa que trabaja la PGR y tienen que ser tomados en cuenta para llegar a las conclusiones, como parte de su expediente”.

Quién es Luis Fondebrider?

Es especialista en Antropología Forense por la Universidad de Buenos Aires.

Luego del retorno de la democracia a la Argentina, en 1983, junto con un grupo de profesionales de la Arqueología, Antropología, Medicina e Informática, funda EAAF con el objetivo de documentar científicamente las violaciones a los DDHH que se habían producido en la Argentina entre 1976 y 1983.

El primer director y promotor de la idea fue el antropólogo norteamericano forense Clyde Snow

Actualmente es el Presidente del EAAF.

Ha participado como Perito en más de 700 casos ante tribunales argentinos. Al mismo tiempo, participó y/o co dirigió misiones de investigación en numerosos países. Ha participado como experto y/o consultor forense de las diferentes organizaciones internacionales. Igualmente ha co recibido diferentes galardones. En su calidad de Docente, ha dictado conferencias y seminarios sobre la aplicación de las Ciencias Forenses en la documentación de violaciones a los DDHH en numerosos países así como en Universidades y centros de investigación de Inglaterra, Estados Unidos, Bélgica, Italia, Alemania, Holanda. Por otra parte, se desempeña como docente de la cátedra de Medicina Legal de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.