Ayer por la tarde las autoridades de la delegación Cuauhtémoc desmantelaron el campamento de la CNTE que estaba ubicado en Monumento a la Revolución.
Pero no sólo eso, además recogieron tres toneladas de madera, trapos sucios, restos de comida podrida e incluso heces fecales.
Sin embargo, todo parecía una especie de trampa y hoy comprobamos que así era; pues la CNTE no se fue en su totalidad.
En el lugar donde ocurrió el operativo quedaron seis carpas y ocho maestros que, gracias a un convenio entre la delegación y un integrante de la Sección 22, pudieron permanecer como si nada.
Además, el Monumento a la Revolución volvió a ser ocupado horas más tarde.
Esta vez por integrantes de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas. Al parecer esa zona del D.F. es ingobernable.
Todos pueden plantarse ahí con la justificación de estar protestando y no recibir castigo alguno, a pesar de estar infringiendo leyes.
