El “emperador” Trump que va desnudo y con un séquito de estafadores

En su cuento, El Traje Nuevo del Emperador, Hans Christian Andersen relata la historia de un mandatario “aficionado a los trajes nuevos” que fue estafado por dos supuestos sastres.

Los embaucadores vendieron al hombre un vestuario fabricado con una tela que únicamente pueden ver las personas inteligentes; sin embargo, dicha tela no existía.

El emperador y los funcionarios de su reino, en el intento de no pasar como ineptos y tontos, afirmaron que la tela era hermosa, lo mismo que el traje.

De este modo, el día en que el emperador decidió salir a la calle con sus nuevas ropas, el resto de la población tampoco vio nada, pero ninguno se atrevió a decirlo por temor de hacer el ridículo… Hasta que un niño con toda su inocencia gritó: “pero si no lleva nada”.

Así, todos se dieron cuenta de que el mandatario –efectivamente– iba desnudo. Sin embargo, ya era muy tarde para revertir la vergüenza colectiva.

Resulta curioso que en nuestros tiempos dicha historia de la ficción se haya vuelto real. El emperador –o aspirante a serlo– sería Donald Trump.

Y es que al señor, algún embaucador le dijo un día que tenía la capacidad de presidir su país cuando eso es mentira y ha quedado demostrado desde que arrancó su campaña electoral, pues no ha dejado de hacer el ridículo frente a todos.

El hombre se ha rodeado de un grupo de estafadores que por temor a perder sus jugosos ingresos no le han dicho al magnate que transita “desnudo” por las calles de su país.

Apenas ayer Melania Trump ofreció un discurso que dice mucho sobre su inteligencia, la de su marido y la del resto de la gente que está detrás de los actos proselitistas del republicano.

Y es que, como ocurre con su marido, nadie dijo a la señora que el discurso que leería era un plagio del mensaje de Michelle Obama en la convención demócrata de hace ocho años.

En el cuento de Hans Christian Andersen, “El Traje Nuevo del Emperador”, pesó más el miedo a pasar por tonto, pues incluso intuyendo la farsa, nadie dijo nada…

En el caso de Trump todo indica que hace falta la inocencia de un niño que les grite la verdad… ¿O no?