El Draft en la asamblea legislativa, traición a los ciudadanos

En la Asamblea Legislativa del Distrito Federal se vive un grosero tráfico de compra de diputados.

Aunque no lo crea.

Los partidos mayoritarios –el PRD y Morena–, intentan comprar lo que los ciudadanos les negaron en las urnas.

Como si se tratara de un mercado o de una subasta, las bancadas amarilla y morena tratan de allegarse el mayor número de legisladores, ¿con qué motivo?

Con la pingüe excusa de convertirse en la primera minoría.

Y es que el arreglo de la ALDF tiene prácticamente empatadas a las bancadas del PRD y Morena. En consecuencia, la batalla entre estos dos bloques no es por una mayoría; en realidad pelean por tener uno o dos votos más que la competencia.

No obstante, en los hechos, ambos partidos tendrían que sumar apoyos del PRI, del PAN o del resto de la chiquillería; claro, si es que pretenden echar a andar un proyecto de ley.

En resumen, los legisladores del PRD y Morena insultan el voto de los capitalinos y lo hacen por una recompensa menor.

Por eso la pregunta, ¿de qué sirvieron los votos? ¿de qué sirvieron las campañas? ¿de qué sirvió la faramalla democrática?

¿No sería más fácil, en todo caso, que los partidos compren sus curules y se repartan espacios hasta donde les permita el dinero público?