El ciclón político-educativo que se avecina

La Conagua pronosticó que para la temporada de ciclones 2016 –que dará inicio este domingo 15 de mayo– se formarán 17 fenómenos naturales en el Océano Pacífico. Además adelantaron que habrá tormentas tropicales, granizo y lluvias. Sin embargo, lo que nadie previó es que de un momento a otro se desatará un temporal político-educativo. De hecho, el tamaño del meteoro podría causar estragos de aquí al 2018.

Por eso, recomiendan los expertos que los políticos, estudiantes y autoridades educativas se vayan preparando con sus botas, paraguas e impermeables; y es que la lluvia será tupida.

A un mes de iniciar un paro de labores –porque “el Politécnico fue adscrito a la SEP”–, los estudiantes podrían terminar empapados si siguen renuentes a un encuentro con las autoridades educativas.

Pero, como hemos dicho, los politécnicos ni siquiera saben qué quieren. Por eso podrían perder el semestre. Además, todas las evidencias dejan ver que los alumnos son carne de cañón en una guerra política que protagonizan Andrés Manuel López Obrador y Aurelio Nuño; ambos precandidatos presidenciales.

Por un lado, hay politécnicos –maestros, empleados y alumnos– que simpatizan con el señor López y que se han apoderado del movimiento estudiantil.

Ellos son los mismos que crecen el escándalo exigiendo un diálogo como el mismo presidente Enrique Peña Nieto; y que antes dejaron plantado a Aurelio Nuño.

Pero el ciclón político-educativo no se limita al Politécnico Nacional. En el fenómeno también están involucrados los maestros disidentes de la CNTE, quienes –aunque no quieran admitirlo–, son afines a López Obrador.

¿Y por qué la CNTE sería parte de este cóctel explosivo? Porque la CNTE y los alumnos del IPN analizan marchar juntos en una mega movilización “en favor de la educación en la Ciudad de México”. Rubén Núñez, líder de la CNTE, espera la respuesta de alumnos del IPN y de otras universidades públicas para que se unan a la mega marcha.

Y en una peculiar coincidencia, el que fuera líder de Morena, Martí Batres, invitó a los maestros de la Ciudad de México a  sumarse a un acuerdo –que sería firmado por AMLO– en contra de la evaluación educativa y en contra de Aurelio Nuño; a quien calificó como “un granadero de cuello blanco”.

Finalmente, el tercer elemento en esta tormenta perfecta es el señor Aurelio Nuño, quien apuesta su carrera presidencial en la reforma educativa. Y aunque Nuño dice enfocarse en asuntos educativos, lo cierto es que los reflectores y la exposición no le han venido mal.

Lo penoso es que, en su intento por ganar simpatías, Nuño se mostró como un verdadero populista cuando anunció que los estudiantes de preparatoria de Hidalgo, Morelos, el estado de México y la Ciudad de México; que no logren entrar a su primera opción universitaria, recibirán apoyos mensuales para que puedan buscar espacios en centros educativos de otras entidades. Además, Nuño ofreció abrir 463 mil espacios en universidades públicas y privadas para 341 mil 473 egresados en los cuatro estados antes mencionados.

La pregunta es, ¿qué podrá más? ¿la manipulación del Politécnico, la extorsión de la CNTE o el populismo de Nuño?