“El Chapo”. ¡Es el dinero, estúpidos!

Resulta ingenuo pensar que detrás de los intentos por extraditar a “El Chapo” está la aplicación de la justicia, el castigo por sus crímenes y el interés por acabar con la siembra, cultivo y trasiego de droga.

No, ¡estúpidos..! detrás de los intentos reiterados para extraditar a “El Chapo” esta el dinero del criminal… ¿El dinero?

Sí. Nos referimos a la fortuna de Guzmán Loera, quien –en un lance de espectacularidad de la revista Forbes–, aparece como el ciudadano mexicano con una de las fortuna más grandes del planeta; junto con los empresarios más poderosos del orbe.

¿Y de qué tamaño es la fortuna de El Chapo?

En realidad nadie lo sabe. Y tampoco dónde está toda la fortuna; no se sabe si está en una bóveda de alta seguridad, si está sólo en empresas y negocios o si la existencia de miles de millones de pesos es otro mito que acompaña al narcotraficante.

Lo que si se sabe, sin embargo, es que la revista especializada calcula el dinero en manos del criminal mexicano en algo así como mil millones de dólares estadounidenses. Es decir, que existen mil millones de razones para que El Chapo sea extraditado a Estados Unidos.

Pero primero debemos preguntar si en México habrá un ciudadano o un servidor público capaz de imaginar una fortuna de mil millones de dólares. Seguramente no. ¿Y por qué la certeza? Elemental, porque en México no se ha escuchado una sola voz del gobierno federal preocupada por recuperar los mil millones de dólares –o una parte de la fortuna–, que dicen tiene el mítico criminal.

En cambio, en Estados Unidos muchos saben el valor de los mil millones de dólares o de una parte de la fortuna de El Chapo; conocen dónde pudiera estar la fortuna y –sobre todo–, son expertos en encontrar la punta de la madeja para jalar el dinero a las arcas del gobierno y a los bolsillos de abogados abusadillos que ya se frotan las manos.

Por ello, en distintas cortes de aquel país existen demandas contra los delitos que presuntamente cometió El Chapo; delitos que exigen la extradición y la intervención de su fortuna. Por ello las reiteradas exigencias de extradición y, por eso, la insistencia de que Guzmán Loera estaría más seguro en Estados Unidos que en México.

¿Pero qué significa todo lo anterior?.

Precisamente el corazón del asunto; el gobierno norteamericano y no pocos abogados saben que el pastel a repartir del dinero de El Chapo es un jugoso tonel de rica miel. Y acaso no sean los mil millones de dólares que calcula Forbes, pero si empresas, casas, obra de arte, yates, joyas, ranchos… que dicen posee el criminal.

Y si lo dudan, la Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos (OFAC) –por sus siglas en inglés–, administra y aplica sanciones económicas impuestas contra países o narcotraficantes internacionales y otras amenazas a la seguridad nacional.

Sólo para darnos una idea, en diciembre de 1999 los senadores Diane Feinstein y Paul Coverdell patrocinaron una ley en el Congreso de Estados Unidos llamado el “Foreign Narcotics Kingpin DesignationAct” que dio poderes a la OFAC para atacar a las redes financieras de narcotraficantes a nivel mundial.

Es decir, Estados Unidos impuso la lucha contra la droga y, al mismo tiempo, las leyes para quedarse con el dinero de los capos.

En México, en octubre de 2012, se expidió la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, que pretende proteger el sistema financiero y la economía nacional. ¿Pero qué creen? Es letra muerta.

¿A quien conviene extraditar a El Chapo? ¡Es el dinero, estúpidos!

Al tiempo.

Tomado de Milenio