El “Bronco” y la grosera censura

Al gobernador “independiente” de Nuevo León –Jaime Rodríguez Calderón–, no le gustan los medios de comunicación tradicionales como la televisión, la radio o la prensa escrita. Como ya quedó claro, a “El Bronco” tampoco le gustan las críticas, los cuestionamientos y las plumas y micrófonos que lo exhiben como un farsante. Según parece, al neolonés sólo le gusta exhibirse en las redes sociales; donde sus aplaudidores y bots hacen fiesta de todas sus ocurrencias.

Es así que, según El Bronco, su gobierno no destina recursos a la “propaganda oficial” en medios tradicionales. Y es que desde la campaña, Rodríguez dijo que no daría un peso a las televisoras. Es más, pareciera que Jaime Rodríguez no quiere ver, leer ni escuchar lo que dicen la prensa, las estaciones de radio y los canales de televisión.

Prueba de ello es que –de acuerdo con el periódico Milenio–, el Fomento Económico Mexicano (FEMSA) –en manos de José Antonio Fernández Carbajal, “El Diablo”–,  boicoteó las publicaciones del Diario del martes 24 de febrero. Según dijeron, los diarios de Milenio Monterrey fueron incautados de diversos locales comerciales –como las tiendas OXXO que tienen relación con FEMSA, así como algunos hospitales e instalaciones del Tecnológico de Monterrey–, y es que en la Primera Plana de Milenio se hacía alusión al nuevo estadio de futbol de los Rayados de Monterrey; el cual recibió un trato especial por parte del Gobierno de “El Bronco”.

De acuerdo con Milenio, el terreno que se utilizó para la construcción del recinto deportivo se cedió en comodato a FEMSA por 60 años. El predio incluye 24.5 hectáreas de los terrenos del parque La Pastora, por las cuales tampoco se pagaría renta.

Según la edición impresa de Milenio, el Gobierno de Nuevo León –y el municipio de Guadalupe– erogaron en conjunto 200 millones de pesos para obras de infraestructura vial. De esta forma mejoraría el entorno del nuevo estadio de los Rayados.

Dicen los enterados que la relación entre FEMSA y “El Bronco” viene de años atrás. Basta recordar que además de ser expriista, Jaime Rodríguez ha fungido como empresario y asegura tener muchos amigos del sector.

De hecho, para los habitantes y comunicadores de la entidad son sabidas las relaciones entre FEMSA y el actual gobernador. Por ejemplo:  

Guillermo Colín –columnista de Milenio–, cuestionó antes de las elecciones: ¿Jugará esta IP regiomontana (FEMSA) “contras” a la ungida por el gobernador Medina, quien para mantenerse en el puesto con su apoyo fue el que les regaló 180 hectáreas para un estadio, debajo del cual quedará completamente aprovechable bajo su dominio uno de los más grandes reservorios de agua del sur de Monterrey?

Asimismo –antes de las elecciones en el estado–, el columnista del grupo Milenio, Néstor Ojeda ubicó a “El Diablo” como el operador de la alianza de “El Bronco” con el panista Fernando Elizondo Barragán, quien ahora funge como titular de la Coordinación Ejecutiva de la Administración Pública del Estado.

Por su lado, el presentador de televisión local –Héctor Benavides– declaró que más que rumor, FEMSA se encuentra detrás del “independiente” y de Fernando Elizondo.

Y también hay otros que se hacen de la vista gorda. De acuerdo con Felipe de Jesús Cantú –excandidato del PAN a la gubernatura del estado–, “El Bronco” le negó que recibiera apoyos de los empresarios de FEMSA.

Cabe señalar que en su momento “El Diablo” –presidente de FEMSA– dijo que las empresas a su cargo no eran padrinos empresariales del “independiente” y negó que la empresa patrocinara la campaña del “Bronco”.

Durante la campaña, también hubo cuestionamientos respecto a que FEMSA, dirigida por un pariente del fundador del Tec de Monterrey, trató de usar a la institución con fines políticos.

Como sea, en medio de la controversia, una cosa es cierta: los diarios de Milenio no se distribuyeron en los espacios bajo el control de FEMSA en la misma fecha que el periódico cuestionó al Bronco. Además, la administración de Rodríguez entregó un predio al equipo de futbol conocido como los Rayados. En resumen, en el gobierno del Bronco se ayuda a los amigos y se censura a los críticos.